La materia prima para la reparación del calzado está difícil de conseguir y las que sí tienen fácil alcance han aumentado el doble, lo que tiene entre la espada y la pared a los zapateros.
Trabajadores de la zapatería Alizakur en Navarrete, Maiquetía, afirmaron que se ha vuelto cuesta arriba comprar suelas, griffin, pintura y cremas de zapatos.
«Para mantener el negocio hemos tenido que ir de un lugar a otro y trabajar con el material que consigamos. Tratamos de comprar con anticipación y grandes cantidades para que nos dure», dijeron.
José Ignacio Barreto, quien lleva años en la práctica en Caribe, precisó que el hilo también ha desaparecido. «La pega es lo que más se consigue, pero de muy mala calidad, ya no vienen como antes, por eso la venden en $1».
Considera que ya no es rentable ser zapatero pues, aunque los zapatos deportivos y casuales están bastante costosos, ya no son tan constantes las personas que mandan a coserlos, por el bajo poder adquisitivo.
Los precios de pegar y coser los zapatos varían, por ejemplo en Navarrete está en $5 mientras que en Caribe en $2, al igual que sustituir el broche de sandalias. /HB