Corroídos por el salitre, pistoneando y con cauchos lisos se encuentran los rústicos de la línea de Quenepe debido al poco ingreso y a la falta de palabra del Gobierno.
Jesús Díaz acusa que el Gobierno nacional cree que el transporte público solo depende de la gasolina. “Hay otras necesidades como el aceite, cauchos, baterías y repuestos”.
Desde diciembre no reciben ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades y el pasaje tampoco ayuda para hacer mantenimiento, carrocería o pintura.
Agrega que a pesar de que en teoría les han exonerado el pago de la gasolina, cada vez que necesitan abastecerse se convierte en un calvario porque los someten a largas colas.
“En la línea tratamos de ahorrar combustible, pero en reiteradas oportunidades les ha tocado a los pasajeros bajarse y empujar la unidad porque nos hemos quedado sin una gota”.
Los propios pasajeros viendo el trabajo que están pasando, decidieron pagarles el pasaje a Bs. 10.000.RR/jd