«Los objetivos no han sido cumplidos, por ahora», pero ¡ya han pasado 24 años!
“Chávez es pueblo”, repetía la misma gente que en diciembre de 1993, ya desesperada y cansada votó, otra vez, por Rafael Caldera el hombre que había eliminado las escuelas técnicas, las normales y las escuelas de enfermería, limitando las oportunidades de acceso a la rueda de la educación a los más pobres.
“Empleos, desarrollo, igualdad de oportunidades para todos, JUSTICIA SOCIAL”, resonaba la voz de Hugo Chávez, quien supo embarcar a la gran mayoría de ese pueblo frustrado en una nueva aventura de cambio, y la revolución triunfó.
Cuando el militar-socialista tomó posesión el 2 de febrero de 1999, los precios del petróleo, que el año anterior estaban en $11, subían rápidamente debido al crecimiento exponencial de la demanda por parte de la India y China, que experimentaban un alto crecimiento económico.
Ya para el 2000 surgieron grandes oportunidades para los países petroleros y la mayoría aprovechó la bonanza.
Los Emiratos Árabes Unidos, con Dubai, Abu Dabi y Catar como los más visibles, también Noruega, son el claro modelo de lo que se pudo haber logrado con aquellos ingresos en Venezuela, el país con las reservas petroleras más grandes del mundo, y creador de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). Pdvsa era una gran empresa respetada en ese ámbito, que duplicaba la producción de los emiratos, con más de 3 millones de barriles diarios.
Hoy a 24 años del inicio de aquellos sueños de cambio para los pobres, y con 7 millones de venezolanos que han emigrado presionados por el hambre, los apagones, la escasez de agua y la falta de oportunidades, podemos decir parodiando al comandante Chávez de la intentona del 4 de febrero de 1992 que:
Los objetivos no han sido cumplidos, por ahora…aunque ya han pasado 24 años y hoy no nos parecemos al paraíso desértico que es Dubai y más parece que “vamos hacia el mar de la felicidad cubana”, como arengó en su tiempo el líder de la Revolución Bonita.
Hoy jueves 2 de febrero, debería ser un día de fiesta para el chavismo, pero con un salario mínimo reducido a 5 dólares con 79 centavos (Banco Central de Venezuela), se hace difícil celebrar.
Pero, ánimo! Aquí tenemos grandes riquezas naturales, más que los desiertos árabes.
Y las Zonas Económicas Especiales, son la esperanza de canalizarlas, pues salvaron a la China de la hambruna en que la sumió Mao Zedong. Solo hace falta que el timonel cambie el rumbo. Las ZEE son la ruta hacia la transformación integral de este país agotado por el sufrimiento y la desesperanza.
El pueblo que en diciembre del 98 votó por un cambio para mejor, aún espera que sus líderes los valoren como seres humanos y abandonen la metodología equivocada.
La crisis energética mundial pone a Venezuela de nuevo en papel protagónico, y los señores que tienen el poder hoy deben aprovechar para sacar a nuestro gran país de esta miseria.
Rómulo Herrera