Luisana Brito.- En la última década, la participación de los jóvenes en el desarrollo social ha tomado auge. Para la dirigente vecinal Stephanie Valerio, el luchar por la comunidad “no tiene precio”, pues considera que es la base para el crecimiento del ser humano, aunque las dificultades actuales hacen que la tarea sea un poco difícil.
A sus cortos 19 años, ha aprendido a creer y confiar en el trabajo en equipo. “Cuando comencé a formar parte del consejo comunal de mi localidad, fueron muchos los vecinos que pensaron que no podía soportar la responsabilidad que esto conlleva, sin embargo, los jóvenes también trabajamos por el bien de la comunidad a la que pertenecemos, y estoy logrando que cambien de pensamiento”, dijo Valerio, quien hizo un llamado a los jóvenes para rescatar los valores familiares y sociales.
Se describe como una persona perseverante. “Aunque me faltan muchas cosas por vivir, confío en mi pulso y sé que puedo contar con el apoyo de muchos. A veces las situaciones se ponen difíciles porque los problemas del país hacen que algunos desistan de participar en las jornadas, pero yo sigo trabajando”.
Destaca que lo más importante es saber distribuir el tiempo. “A parte de mi compromiso con los vecinos, también soy estudiante de Administración, algo que me apasiona. Para todo hay tiempo; para recrearse, compartir y trabajar, pero sobre todo para estar con la familia, sin eso no tenemos nada. Hoy en día la mayoría solo quieren estar pendientes de fiestas, pero se olvidan de su futuro; nuestros padres no son eternos, por eso siempre tenemos que hacer el bien y tratar de ser los mejores en todo lo que nos propongamos”. LB/ep