China es una de las principales fuentes de financiación externa del Gobierno venezolano, así como un importante aliado de Venezuela en campos como el político, el tecnológico o el petrolero.
Desde 2008 el gigante asiático ha financiado a Venezuela con alrededor de 50.000 millones de dólares a través de dos fondos, préstamos que el país caribeño paga a Pekín con la exportación de más de medio millón de barriles de crudo y derivados.
Estos dólares han permitido a Venezuela llevar a cabo más de 200 planes de desarrollo incluyendo un proyecto en la rica Faja Petrolífera del Orinoco.
Estos múltiples acuerdos entre Venezuela y China fueron calificados de “fórmula virtuosa” por Maduro durante la visita de su homólogo chino, Xi Jinping, durante la clausura de la XIII Comisión Mixta binacional que tuvo lugar en Caracas en julio pasado.
La economía venezolana cerró en recesión en 2014, con una inflación por encima del 65 % y una fuerte crisis de escasez, realidad que se ha agravado en los últimos meses con la caída de los precios del petróleo, ventas que representan 9 de cada 10 dólares que el país ingresa por exportaciones.
Estas divisas son muy necesarias para Venezuela, un país que ha incrementado su dependencia de las importaciones en los últimos años. NP.-