A pesar de haber llovido toda la noche del miércoles y parte de la madrugada del jueves, el río Camurí Grande de Naiguatá ha mantenido su caudal, no obstante los vecinos se encuentran en alerta.
La información fue aportada por el profesor Elvin Barreto, coordinador del Grupo de Gestión de Riesgos Ambientales, al resaltar que el Inameh ha reportado que las lluvias continuarán, por lo que hay que seguir monitoreando los cauces.
Asimismo, explicó que los apagones y fluctuaciones son constantes en la parroquia, lo que genera pérdidas tanto a vecinos como a comerciantes.
«Ven perder los alimentos y también se les dañan los artefactos eléctricos. Estos son difíciles de reponer porque están muy costosos».
Al igual que muchos vecinos de «la parroquia de las tradiciones», opina que hay que hacer trabajos profundos en la infraestructura eléctrica para mejorar tan importante servicio y lograr que no empiece a fallar con cualquier aguacero./BR/jd
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