La tormenta “Daniel”, que ha dejado máximos históricos de precipitaciones, sigue azotando este jueves Grecia, donde varios pueblos han amanecido totalmente inundados y donde han fallecido ya cuatro personas por las riadas, en un fenómeno meteorológico que las autoridades califican de “inédito”. El nivel de agua ha alcanzando los techos de las viviendas en los pueblos de Palamás y Metamorfosi, en la región de Karditsa, en Grecia central, así como en varias localidades de las contiguas regiones de Trikala y Larisa.
Según las autoridades regionales, cientos de personas se encuentran atrapadas en las terrazas de sus casas o en viviendas de dos plantas a las que acudieron para ponerse a salvo.
“Hay gente que está atrapada en sus casas, el nivel de agua ha sobrepasado el metro y medio”, señaló a la emisora Skai el alcalde de Palamás, Yorgos Sakelaríu, quien afirmó que “seguro que hay gente que se ha ahogado”. El regidor criticó el retraso en la llegada de ayuda. Apenas este mediodía empezaron algunas operaciones de rescate con balsas del Ejército.
El ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vasilis Kikilias, habló de un “inédito” fenómeno meteorológico, mientras que calificó de “enormes” los daños en las infraestructuras. Varias presas de ríos desbordados no aguantaron la presión del agua, mientras que carreteras se han convertido en ríos y varios puentes se han derrumbado.
Los daños son inmensos también para la agricultura helena, ya que en las áreas damnificadas se encuentra el mayor campo de cultivo en el país, que se ha convertido en una gran laguna.
En la capital de Magnesia, Volos, unas 200.000 personas permanecen por tercer día consecutivo sin suministro de agua, mientras que varias zonas de esta urbe siguen sin electricidad.