La primera tanda de la vacuna de Pfizer contra el covid-19 arribó a Chicago, Estados Unidos, enviada desde los laboratorios de Bélgica, con un acondicionamiento especial para mantener la supercongelación requerida para conservar el producto.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) había confirmado el viernes que estaba apoyando logísticamente el primer envío de vacunas. “Como resultado del histórico ritmo de desarrollo de la vacuna a través de la Operación Warp Speed y la cuidadosa planificación de la logística, la FAA apoya hoy el primer envío aéreo masivo de una vacuna”.
En ese sentido, según informó el Wall Street Journal, las autoridades dieron un permiso especial para permitir el transporte de hielo seco, cinco veces por encima del límite habitual. El producto es necesario para mantener la vacuna a -70°C, un factor que pone en alerta a los encargados de la logística, especialmente en países con menor infraestructura sanitaria.
La FAA habilitó la carga de casi siete toneladas de hielo seco por vuelo, habitualmente limitado por la falta de equipos para monitorear y mitigar las posibles fugas de dióxido de carbono.
En tanto, Pfizer ha desarrollado contenedores especiales para el transporte de su vacuna en los que puede asegurar el mantenimiento de la temperatura adecuada.
El estudio clínico de la fase 3 de la vacuna BNT162b2, comenzó en julio e incluyó a 43.661 participantes en 150 localizaciones. Los resultados preliminares arrojaron una eficacia de 95%.