La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos, ingresó ayuda humanitaria a los municipios merideños Tovar y Santa Cruz de Mora, para atender a los miles de damnificados que dejó el deslave.
Después de sortear innumerables obstáculos debido al colapso de las vías y las trabas en las alcabalas de la Guardia Nacional Bolivariana, finalmente llegaron comida, agua potable, ropa y colchones a las poblaciones afectadas.
La Arquidiócesis de Mérida y Cáritas mantienen abiertos 11 centros de acopio en la ciudad de Mérida para asistir a los damnificados y llevaban, en horas de la mañana del sábado, un adelanto de urgencia de lo recabado y se encontraron con que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana impidieron el paso de los vehículos con la ayuda y personal médico voluntario.
El gobernador de Mérida, Ramón Guevara informó que la cifra de muertos asciende a 22, mientras continúan las labores para encontrar a más de 10 desaparecidos.
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