La Policía Nacional y la Guardia Civil españolas liberaron de un sótano de Madrid a doce mujeres latinoamericanas víctimas de explotación sexual.
Según informó este viernes en un comunicado la Dirección General de la Policía, las víctimas -entre las cuales se encontraba una persona con una discapacidad intelectual del 67%- tenían que estar disponibles las 24 horas y ser explotadas sexualmente al menos ocho horas al día para tener dos horas libres.
Once de los integrantes de la banda fueron detenidos en Madrid y otro de ellos en Las Palmas de Gran Canaria (islas Canarias, Atlántico) como presuntos partícipes en delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal y relativos a la prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, pornografía y contra la salud pública.
Los implicados, también de origen sudamericano y con vínculos familiares entre ellos, captaban a las víctimas en sus países de origen mediante engaño, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad y con la promesa de trabajos dignos y bien remunerados.
La red se hacía cargo de todos los trámites y gastos necesarios para que llegaran a España y, una vez que las víctimas llegaban a su destino, se las informaba de que habían contraído una deuda económica con la organización, que llegaba a triplicar los gastos reales del viaje.