A juicio de Rubén Contreras, historiador y profesor universitario, el Gobierno no se ha dedicado en este tiempo de pandemia a mejorar la infraestructura de las universidades y liceos, lo que agrava la condición de profesores y estudiantes quienes pasan penurias porque no tienen garantizadas sus necesidades básicas.
El profesor tomó como ejemplo el núcleo de la Universidad Simón Bolívar en Naiguatá, el cual no tienen con qué responder a la alimentación de los estudiantes, presenta fallas con el transporte, baños y escasez de agua.
“Otro de los temas que preocupan son las becas porque éstas no les permite a los educandos ni siquiera pagar el transporte. Las que asignan las universidades autónomas son ínfima en comparación con las becas que da el Gobierno y Chamba Juvenil”, expresó.
También recordó que en la Universidad Central de Venezuela (UCV) el año pasado se vino abajo el techo de uno de los pasillos «y el Presidente dijo que se haría cargo de la restitución de manera inmediata, pero hasta la fecha no ha sido intervenido».
Destacó que en los liceos, los laboratorios de química y física prácticamente no existen. «Ya los alumnos no reciben la práctica, aprueban la materia por un trabajo comunitario que le asignan. Además, es preocupante lo putrefacto que se encuentran los baños de los liceos José María Vargas y Evelia Avilán de Pimentel”.
Un profesor universitario no gana ni $15 al mes
Referente al salario mínimo, señaló que no les alcanza ni para comprar 5 paquetes de Harina Pan, puesto que un profesor titular cobra menos de $15 mensual.
“Hay que pasar tantas fases para llegar a ser un profesor titular, para terminar siendo poco valorado con este sueldo de hambre”. /HB