Todas las semanas suben los precios de los productos de charcutería, lo que tiene bastante preocupadas a las amas de casa. Los charcuteros explican que la falta de materia prima, fletes y demás, es la excusa dada por los proveedores quienes llegan con ajustes en las facturas en cada despacho.
Nada más el queso blanco duro pasó de 750 a 2.400 bolívares el kilo, desde que arrancó el año. “El sueldo no alcanza, por eso la gente está comprando medio kilo de sólo tres productos”. El jamón está sobre los Bs. 1.700 y el queso amarillo llegó en 3.800 bolívares, informó Jesús Ortega, encargado de una charcutería en la Soublette.
Vender regulado tampoco es opción, pues los gastos operativos suben como la espuma. “Nada más una bobina de envoplast que se compra semanal cuesta 19 mil bolívares, precio similar al de las bandejas. Hemos destinado su uso sólo para los embutidos que necesitan estar mejor guardados y para los quesos usamos bolsas. Así no es tan duro el golpe”.
Destacó que la inflación los ha obligado a disminuir los pedidos de salchichón y parmesano, pues sus precios por kilo ya se ubican sobre los 2.000 y 4.600 bolívares, respectivamente. /MEM/iv