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«Las mujeres somos del tamaño del compromiso que asumimos»


Hasbely Bolívar

A lo largo del tiempo, el pensamiento de la mujer ha evolucionado y se han convertido en seres empoderados, luchando además, por la igualdad de género.

«Sacamos fuerzas pagar cargar agua o una bombona debido a las fallas de los servicios»

En la actualidad, las mujeres no solo son madres y esposas, son decididas y la crisis económica del país las ha convertido en emprendedoras en busca del sustento económico del hogar.

Un ejemplo de mujer independiente y luchadora es Yamileth Ugueto,
quién lleva 25 años como educadora y también se desempeña como la secretaria de reclamos de Sitravargas.

«Las mujeres somos del tamaño del compromiso que asumimos. En una sociedad patriarcal como en la que vivimos, se han vulnerado los derechos de las damas en todos los sentidos, y hay que seguir ofreciéndoles cargos de envergadura para posicionar su igualdad en la sociedad».

También considera que en Venezuela le han restado importancia al papel de la mujer y eso queda evidenciado en la ola de femicidio que se han venido cometido en los últimos meses.

Piensa que se ha hecho muy poco en brindarle ayuda y protección a aquellas que sufren de violencia de género y para las otras que están atrapadas en medio de una relación tóxica que no las deja surgir.

«Ellas no han comprendido lo grande y valiosas que somos y debemos buscar los mecanismos para ayudarlas. Es lamentable como en pleno siglo XXI no reconozcan que aunque físicamente somos diferentes a los hombres, somos igual de capaces y responsables que ellos».

Ugueto a diario ejerce con un compromiso ineludible su mejor profesión, y es la de ser madre de 2 jóvenes en pleno desarrollo.

Para eso ha tenido que armarse de carácter y disciplina para inculcarle a sus hijos que en esta vida la educación, el trabajo honrado y el respeto son lo fundamental para salir adelante.

«No solo tengo 2 hijos, porque como educadora veo a mis alumnos como mis propios hijos, y por eso día a día les enseñó a no ser conformistas, a que no traicionen sus convicciones y que nunca dejen de aprender».

Como toda madre debe lidiar con las carencias de los servicios de luz, agua y gas. Ella no espera a que «el hombre de la casa» salga a solucionarlo.

Pues también ha tenido que sacar fuerza de donde no la tiene y echar a un lado el cansancio que deja el día a día, salir en busca de agua o simplemente cargar una bombona de gas por el propio bien de ella y de su familia.

«Cuando mi esposo no puede, puedo yo. Siempre estoy dispuesta aunque a veces me afecte física y psicológicamente».

Sin duda alguna, la sociedad no sería la misma sin una mujer y a ella no se le debe celebrar en una fecha específica sino todos los días.HB/jd

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