El Papa Francisco aumentó su presión sobre el presidente ruso Vladimir Putín, ratificando la posición de la Iglesia católica en relación a la invasión rusa a Ucrania cuando se cumplen 24 días del inicio de las hostilidades.
“Detengan esta guerra repugnante”, en contra del pueblo ucraniano, urgió el Sumo Pontífice desde la Plaza San Pedro, en Roma, en la misa dominical.
Lamentó que cada día se repiten matanzas y atrocidades, cuando “no hay razón para esto. Ruego a todos los actores de la comunidad internacional que se comprometan verdaderamente a detener esta repugnante guerra.
Las palabras del Papa Francisco deben ser escuchadas por los líderes del país agresor, Rusia, cuya imagen de país civilizado y de 11ª potencia económica mundial, se ve afectada por estas acciones despiadadas y ventajistas de un país grande sobre un país pequeño, pero autónomo.
A la voz de Francisco se unen las de miles de neuyorkinos que salieron a protestar contra la invasión y a pedir que cese ya la muerte de tanta gente.
Por otra parte el gobierno de Australia sigue aumentando sus sanciones contra el gobierno de Vladimir Putin, cortando el suministro de bauxita lo cual es un duro golpe para la producción de aluminio ruso.
Rusia que tiene una extensión territorial de 17 millones 130 mil kilómetros, y 144 millones de habitantes, es el país más extenso del mundo duplicando a Estados Unidos y China, que hoy son las más grandes potencias económicas del mundo.
Los ucranianos resisten ofrendando miles de vidas, porque quieren ser un país independiente, no ser colonia de nadie, porque ya estuvieron bajo el régimen ruso, cuando existía la Unión de Repúblicas Soviéticas y no quieren regresar a algo similar.
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