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Santos reveló un paquete de soluciones para atender a colombianos deportados

Mientras el presidente Juan Manuel Santos reveló este miércoles desde Cúcuta un paquete de soluciones para los 1.097 colombianos deportados por las autoridades venezolanas y por lo menos otros 5.000 que han huido de ese país por trochas por temor a ultrajes y humillaciones, en Cartagena las cancilleres de Colombia y Venezuela apenas lograron un acuerdo para preparar un protocolo que será tenido en cuenta en futuras expulsiones.

Santos, quien viajó a la frontera desde el mediodía en compañía de varios ministros y funcionarios de alto rango para hablar personalmente con los deportados, entregó al final de la tarde un plan de choque puntual, dirigido a atender las necesidades más apremiantes de los nacionales que fueron obligados a retornar al país en condiciones de pobreza absoluta.

En educación: el Presidente garantizó cupos en escuelas y colegios para todos los niños, en cualquier parte del país, y alimentación. La próxima semana habrá un ‘matriculatón’, que tendrá como objetivo que ninguno de los menores deportados se quede sin estudio. (Lea: Procurador llevará abusos de Venezuela a la Corte Penal)

Trabajo: los ministerios de Trabajo y Vivienda, el Sena, el Departamento de la Prosperidad Social, en colaboracion con la Gobernación y la Alcaldía de Cúcuta, garantizaron la apertura de 2.300 plazas de empleo, de manera inmediata, en distintos sectores productivos.

Vivienda: habrá un subsidio de 250.000 pesos mensuales, por familia, para el pago de arriendo, mientras se resuelve de fondo el tema de vivienda. Además, Cúcuta tendrá un nuevo desarrollo de vivienda gratis. (Lea también: Preocupación por 240 turistas colombianos que están en Venezuela)

Gasolina: el Presidente ordenó un aumento del 30 por ciento en el cupo de gasolina subsidiada para Norte de Santander y aseguró que no hay razón para pensar que vaya a presentarse desabastecimiento de combustible en la zona. Además, se ordenó la ampliación de horarios de atención en las estaciones de servicio, que en algunos casos será de 24 horas. (Además:Expulsados de Venezuela por Paraguachón denuncian atropellos)

Salud: se estableció un plan de monitoreo de cada una de los deportados para evitar cualquier brote de enfermedad causado por la situación social. Hoy habrá una jornada especial de atención de menores.

No son paramilitares

Además de la explicación de la manera como se implementarán estos programas, el Presidente, en tono de indignación, aseguró de manera categórica que, por lo que pudo constatar, los deportados “no son ningunos paramilitares”, sino colombianos humildes con deseos de vivir y de trabajar.

El mandatario deploró que autoridades venezolanas no hayan cumplido su promesa de hace 48 horas de permitir que los ciudadanos expulsados puedan retornar hasta las que fueron sus viviendas, acompañados por el Defensor del Pueblo, a recoger los enseres que tuvieron que dejar abandonados. Dijo que desde hace tres días hay 15 camiones en la frontera, listos para ir por las cosas que dejaron al otro lado, pero que no han sido autorizados por las autoridades.

Reunión de cancilleres, sin mayores resultados

El Presidente, quien apareció en la televisión al lado de varios de sus ministros, mantuvo el tono de reclamo al Gobierno venezolano por las deportaciones injustas y volvió a exigir “respeto por la dignidad de los colombianos”. (Lea también: ¿Qué está pasando con la gasolina en Cúcuta?)

También, como dirigiéndose a su colega venezolano, Nicolás Maduro, con quien no ha podido hablar de manera directa en los últimos días, dijo que “alzar la voz no ayuda a resolver los problemas” y concluyó su intervención diciéndoles una y otra vez a los colombianos expulsados que siente su “dolor” y que “no están ni estarán solos”.

Entre tanto, la cumbre de las cancilleres María Ángela Holguín (Colombia) y Delcy Rodríguez (Venezuela), realizada en Cartagena para buscar salidas diplomáticas a la crisis, terminó sin mayores resultados tras casi cinco horas de diálogo a puerta cerrada.

Ambas coincidieron, eso sí, en que fue un “diálogo franco” y convinieron nuevos encuentros.

La Ministra de Exteriores de Venezuela no hizo ninguna alusión a la apertura de la frontera, el anuncio más esperado en ambos países, y negó que los colombianos deportados hayan sido maltratados, argumento que atribuyó a “inventos mediáticos”.

Uno de los principales acuerdos fue que los defensores del Pueblo de los dos países construirán un protocolo que regirá las futuras deportaciones.

Además, la canciller colombiana aseguró que le pidió a Venezuela “abrir el paso, para que sea una frontera nueva y productiva”.

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