Un total de 51 migrantes irregulares, de ellos 14 menores de edad, fueron abandonados por traficantes cuando huían de las autoridades que los interceptaron en un sector del Caribe de Panamá, informaron este sábado fuentes oficiales.
Los migrantes, 46 venezolanos y 5 ecuatorianos, eran transportados en una lancha rápida que fue avistada por una patrulla del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en el litoral Caribe de la comarca indígena Guna Yala, fronteriza con Colombia.
El capitán Carlos Reyes, ejecutivo del Tercer Batallón Puerto Obaldía del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), explicó que los agentes policiales hicieron “señales de alto” a la lancha pero esta se dio a la fuga y en su loca carrera encalló en una playa.
“Los individuos que operaban esa lancha lograron internarse en la selva», y están siendo buscados por la policía en su empeño por “contrarrestar el crimen organizado en su modalidad de tráfico ilícito de migrantes”, afirmó Reyes.
De acuerdo con la información oficial, 10 de los migrantes abandonados recibieron atención médica porque resultaron con “heridas leves”, por el impacto. Los hechos fueron en jurisdicción del corregimiento (población pequeña) de Tubualá .
En este mismo lugar, el Senafront rescató el pasado 19 de agosto a 29 chinos y 10 venezolanos que eran transportados por un colombiano que fue aprehendido, según la información oficial.
Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica, por donde están transitando miles de viajeros irregulares procedentes del sur del continente y que se dirigen a Estados Unidos, en una crisis migratoria y humanitaria sin precedentes en la región.
Se trata de personas de países de casi todo el mundo, aunque en los últimos años son en su gran mayoría venezolanos, seguidos de haitianos y ecuatorianos.