Dicen que si quieres conocer a alguien debes preguntarle en qué cree. En el caso de los guaireños la respuesta es evidente, desde hace más de 100 años aquí la religiosidad tiene nombre de mujer: Virgen del Valle, patrona del oriente, que luce trajes colmados de detalles radiantes, envuelve en sus manos un rosario y mira con ojos amorosos.
Chavela Marcano vive en la urbanización Palmar Este, en Caraballeda, y este 8 de septiembre cumple 42 años venerando a la Virgen del Valle, pues lo que comenzó como un rosario en la casa de su comadre Judith González se convirtió luego en una misa en la calle y, finalmente, en una procesión.
“El rosario comienza las 6 de la tarde y una vez que finaliza se comienza el recorrido. Salimos desde la avenida Montecarlo para caminar por la Copacabana, La Lido, Casablanca y Mar de Plata, para luego retornar al lugar de inicio y celebrar con todos aquellos asistentes”.
Esta procesión logra reunir entre 120 y 150 devotos, quienes aportan flores, comidas, bebidas, entre otros productos, todos estos con el fin de festejar a su patrona, la cual logra visitar casa en casa durante el recorrido.
“Quizás mi devoción se deba a que soy oriental, pues nací en Carúpano, estado Sucre, y aunque llegué a los 12 años de edad a La Guaira ya traía conmigo la fe por mi virgencita. Todo lo que soy y tengo en parte se lo debo a ella”.
De Caraballeda al puerto de La Guaira
Nacida en el estado de Guadalajara, México, Marisol Padrón arriba a los 24 años de estar festejando a la Virgen del Valle, pues fue la muerte de su único hijo Javier Jackson de 16 años, un 9 de septiembre de 1998, lo que la hizo aferrarse la festividad de la patrona del oriente.
“Cuando recibí la noticia me encontraba en la iglesia en la misa de la Virgen, fue muy trágico saber que mi hijo había recibido un disparo de quien era su mejor amigo. Ese día le pedí tanto a la Madre de Dios, pero lamentablemente mi hijo falleció a la 1:00 am».
Padrón recuerda que los dos primeros años fueron difíciles, pues aún no lograba reponerse por completo de la pérdida. Sin embargo, como buena mexicana, aunque guaireña de corazón, asegura que la muerte no siempre debe ser recordada con dolor, en ocasiones, debe celebrarse.
“En mi cultura se celebran los muertos de manera diferente, así que aproveché la fecha y la fiesta de la Virgen del Valle para celebrar la memoria de mi hijo. No sé si sea casual o causal, pero el hecho de que la noticia la haya recibido un 8 de septiembre debe tener algún propósito”.
El recorrido terrestre comienza a las 7:00 am y contempla una caravana que parte desde la casa de Padrón, la cual se encuentra en el sector 27 de Julio en Caraballeda y que es acompañada entre 100 y 150 devotos, entre los cuales se encuentran niños y ancianos.
“La primera parada la hacemos en Macuto, específicamente, en la entrada de Galipán, ya que allí la Virgen toma el rumbo aéreo de manos de Parapentes Vargas. Además, todos los años se le da la oportunidad a 5 devotos de poder acompañar a Vallita desde las alturas, pues lo ideal es que estos puedan hacerle sus peticiones desde lo más alto”.
De Macuto la caravana continúa hasta el puerto de La Guaira, allí se concentran todas las organizaciones, cofradías, Conppas, entre otros, que buscan rendirle homenaje. Posteriormente, llega a Playa Coral para coronar a la Virgen donde acompañan la festividad con música, oraciones y ofrendas.
A 650 metros de altura a nivel del mar
Wilmer Díaz, quien es piloto comercial y de parapente desde hace 25 años y que además funge como presidente de Parapentes Vargas, recibió la invitación hace 5 años por parte de Marisol Padrón de llevar a la imagen por el cielo del Litoral Central, pues su hijo era fanático de los deportes extremos, por lo que Díaz aceptó una vez conoció la historia de fe y celebración que acompaña a la mexicana.
“El despegue se da desde la posada Lomas de Galipán, la cual se encuentra a 650 metros de altura a nivel del mar, realizando un vuelo directo hasta el estacionamiento del estadio Jorge Luis García Carneiro. El vuelo se contempla en la modalidad tandém, la cual es un parapentista tras otro”
La llamada procesión área reúne a 20 parapentistas y tiene una duración de 10 minutos, la cual con acrobacias y mucho color visten el cielo guaireño mientras que feligreses disfrutan de tan magnífico evento. Contempla la bajada de la bandera nacional, luego la de La Guaira y, finalmente, la Virgen, quien es acompañada por el padre Carlos Luis Pérez de Tanaguarena.
“En dos oportunidades las condiciones climáticas no eran las adecuadas para volar, pero aún así decidimos tomar vuelo y por cuestiones divinas la situación metereológica cambió a nuestro favor y pudimos llevar a cabo la actividad. Una vez que aterrizamos, regresó el mal estado del clima”.
800 dólares de inversión
La fe no conoce de precio, al menos no para el Consejo de Pescadores y Acuicultores (Conppa) de Caraballeda, el cual está a cargo de Luis García, pues la celebración por quienes conforman este consejo de pescadores ha logrado recaudar el monto de 800 dólares que contemplan murales en relación la Virgen del Valle, los Símbolos Patrios, el Buque Escuela Simón Bolívar, todo ello en autogestión.
“Nuestra celebración comienza con una misa, lo bonito es que toda la comunidad cercana trae a las imágenes de la Virgen, las cuales las tienen en sus casas o negocios, logrando tener hasta 80 réplicas para su bendición”.
Culminada la misa, el padre procede a bendecir las 72 embarcaciones y a todos los pescadores. Posteriormente, la Virgen es llevada a la embarcación seleccionada, la cual se hace a través de un sorteo.
Este año MarGenio propiedad de Juan Rodríguez es la que va guiando la ruta en compañía de la patrona del oriente hasta el puerto de La Guaira. El recorrido contempla unos 20 kilómetros ida y vuelta. En el camino se le unen los Conppas de Camurí Chico, Macuto, Naiguatá, entre otros.
“Es la Virgen a la cual todos los pescadores le rendimos cultos, ya sea para tener una buena pesca, regresar con vida de mar adentro o hasta por salud y por la familia. Es tener fe en algo que no se ve, pero en ocasiones se siente, ya que pasamos hasta 3 y 4 días en embarcaciones tipo peñeros, las cuales no siempre tienen techo. Es uno de los oficios más arriesgados, de allí nuestra devoción hacia ella”.
En total participan 24 consejos de pescadores que se encuentran en el puerto, donde son recibidos por oficiales de la Estación de Guardacostas y por el retumbar de los tambores, samba, cohetes y demás.
En Caraballeda la celebración reúne actividades de colchones inflables, pinta caritas, rifas, juguetes, concursos, música y hasta ollas de sopa de pescado para todos los visitantes, pues a la fiesta acuden entre 300 y 500 personas.
En Venezuela desde 1541
Los orígenes de la Virgen del Valle se remontan a los inicios del período colonial venezolano. Se trata de la imagen mariana más antigua de nuestra historia.
Algunas leyendas refieren que los indios guaiqueríes de Margarita encontraron la escultura en un arbusto y la llevaron a una cueva para rendirle culto. Pero el registro histórico más fiable refiere que la imagen de poco menos de un metro de altura llegó hacia 1529 a Nueva Cádiz, capital de la isla de Cubagua, para adornar la iglesia local. Nueva Cádiz fue la primera ciudad fundada en Venezuela y para ese entonces pasaba por una etapa de gran prosperidad gracias a la lucrativa industria de las perlas.
Pero la bonanza de Nueva Cádiz finalizó pocos años después tras el agotamiento de la industria perlífera y un fuerte maremoto que destruyó la ciudad en 1541, lo que forzó el traslado de la Virgen a la cercana isla de Margarita por iniciativa del sacerdote Francisco de Villacorta. La imagen llegó al actual Valle del Espíritu Santo en 1542 y se la albergó en una humilde capilla de barro, origen de la moderna basílica. Desde entonces, los fieles empezaron a conocerla como la Virgen del Valle.
El templo que hoy alberga la imagen mariana es de estilo neogótico, se construyó entre finales del siglo XIX e inicios del XX y fue elevado al rango de “Basílica Menor” por el papa Juan Pablo II en 1995.
Las fiestas de la Virgen del Valle empiezan el 1 de septiembre, cuando la escultura desciende de su nicho ubicado detrás del altar mayor. El 8 de septiembre (día de la Natividad de la Virgen y aniversario de la coronación canónica) la imagen sale en procesión al final de la tarde. Luego permanece en un trono dentro de la basílica y al alcance de los fieles durante los siguientes tres meses. El 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción) regresa a su nicho habitual hasta las celebraciones del próximo año.
85% de los guaireños son devotos
Según estudios y conocimientos empíricos del párroco de la Catedral San Pedro Apóstol de La Guaira, Abelardo Bazó, 85% de los guaireños son devotos a la Virgen del Valle, pues su larga trayectoria como párroco en 7 parroquias le ha permitido corroborar tal afirmación.
“En cada parroquia se hace hasta 4 y 5 misas en honor a la Virgen, lo cual demuestra una gran devoción. El 8 de septiembre es cuando más misas se hacen en todo el estado, y esto se debe a la Virgen del Valle”.
En cada una de las 25 parroquias se contempla realizar una misa a partir de las 5:00 pm, lo que según cálculos por parte de la Diócesis de La Guaira son unos 200 feligreses por parroquia, lo que suma más de 4 mil devotos.
“La devoción parte por la fe que le tienen todos aquellos que residen en las costas venezolanas, de allí la importancia que tiene la Virgen del Valle en la Diócesis de La Guaira, a tal punto que hay una parroquia dedicada a esta advocación en Mirabal, Catia la Mar. Incluso, hace dos años se creó otra parroquia en Los Roques que está bajo el patrocinio de la Virgen del Valle”.
Un producto cultural
Para el antropólogo Abilio De Oliveira la fiesta en relación a la Virgen del Valle es un producto cultural, pues es la manifestación que identifica la religión bajo la advocación de la Virgen María en sus diferentes representaciones.
“La Guaira asumió la festividad al estar en contacto con el oriente, específicamente, con los margariteños. Es así como podemos decir que lo religioso es un producto de la cultura, ya que todo aquello que es creación del ser humano representa o tiene un carácter cultural, entre ello la religión”.
En ese sentido, De Oliveira ratifica que la importancia de la celebración radica en la vinculación directa que tiene con la religión católica, pues todo aquel que la profese se identifica con la Virgen como parte de su fe, su cultural y la de su pueblo.
La fe hecha idiosincrasia
La devoción por la Virgen del Valle, resulta un elemento principal de la idiosincrasia del terruño que nos ha tocado habitar, es parte medular del gentilicio que honrosamente enarbolamos, la raíz que nos caracteriza como pueblo y que da al gentilicio guaireño esas particularidades tan específicas. Ella es parte del ADN espiritual.
Es así como representa un valor de fe en lo espiritual y de celebración en lo humano para Marisol Padrón, que le permite continuar con fortaleza a pesar de la partida de su hijo. A Chavela Marcano recordar lo que en un inicio junto a su comadre formaron a favor de la comunidad. Para Wilmer Díaz que los climas difíciles pueden mejorar y, finalmente, para Luis García, que la seguridad no siempre es acompañada de un cuerpo físico, pues la seguridad espiritual también ayuda a regresar con vida a casa. En definitiva, todos ellos son hijos de la patrona del oriente./jd