Milton Márquez (25) era un hombre tranquilo y trabajador. Socializaba con sus vecinos y nunca presentó rasgos violentos. “El no rompía ni un plato, era un chamo super tranquilo”, aseguraron los vecinos del sector Bayajá en La Guaira, quienes nunca pensaron que terminaría por quitarle la vida a su expareja, Mauri Yulden (22).
Sigilosamente el hombre preparó la escena del crimen y, el pasado lunes, cuando regresó de haber llevado a su hijo al preescolar, le quitó la vida de múltiples puñaladas a la mujer con quien compartío cinco años de su vida.
Familiares de la víctima desconocen el motivo de tan atroz asesinato, pues ambos mostraban ser “tranquilos y cariñosos”. Aseguran que aunque no mantenían una relación amorosa desde hace tres años, el principal sospechoso del homicidio cumplía con llevar periódicamente la merienda a su hijo.
Tanto Mauri como Milton se caracterizaban por ser reservados, hasta el punto que los familiares desconocen en detalle el motivo por el que rompieron su relación de pareja.
Durante el tiempo que la víctima convivió con el padre de su hijo, se alejó de sus seres queridos, pues, de acuerdo con testimonios de allegados, el padre del niño no le permitía salir a compartir con ellos.
Una vez Mauri decidió regresar a la casa donde creció, y sólo dio a conocer que la ruptura fue por problemas con Milton, pero no ofreció mayores detalles.
Ambos eran padres amorosos y atentos con un niño que hoy en día despierta de madrugada en llanto preguntando: “¿dónde está mi mami?”, palabras que le desgarran el corazón a Miriam Monasterio, la madre de una mujer que trabajaba por crecer y superarse cada día.
La progenitora de la victima siente mucha impotencia porque le quitaron “un pedazo de su vida”, pero asegura que su nieto le da valor para seguir adelante.
“Es un dolor muy grande lo que sentimos, porque ella no merecía morir. Era muy amorosa con todos nosotros y los niños. Nuestra niña siempre estará en nuestros corazones”.
Mauri tenía la decisión de iniciar estudios de educación preescolar para el próximo año, pues ya había hecho cursos en el área, y la labor que desempeñó le apasionaba.
La joven que hasta ahora, por razones desconocidas, fue asesina, era muy querida entre sus familiares y vecinos, quienes lloran su violenta partida, “porque ella no debía marcharse”.
Sobre Milton, sólo se sabe que ya tenía una pareja, con quien formalizó una relación. Hasta ahora se desconoce su paradero, por lo que la familia Yulden reclama justicia.WMA/ep/Foto: ACH