Los 16 niños que fueron deportados junto a 9 mujeres la tarde del domingo desde Trinidad y Tobago a Venezuela están de regreso en la isla, luego de una medida judicial que autoriza su permanencia en ese país y les brinda protección.
«Estamos mojados, sobrevivimos como pudimos en el mar, no hemos comido. Tenemos 10 minutos aquí desde que llegamos y nos han tratado muy bien», dijo uno de los 13 adultos que viajaban en la embarcación.
La mañana del martes, Radio Fe y Alegría confirmó que habían arribado al estado Delta Amacuro, específicamente a la Barra de Mariusa, uno de los sectores limítrofes entre Venezuela y Trinidad. Allí conocieron la decisión de las autoridades de la isla de permitirles el regreso.
De acuerdo al reportero Amador Medina, durante la travesía los motores sufrieron desperfectos, pero fueron reparados para continuar la marcha a Delta Amacuro y luego se quedaron sin gasolina. Además, la señal telefónica en buena parte del trayecto era inexistente, lo que hizo imposible que informaran de su ubicación.
El diputado a la Asamblea Nacional, Omar González, detalló que de Trinidad salieron dos embarcaciones con los deportados y que a la embarcación accidentada en La Barra acudió a auxiliarlos un tercer barco en el que viajaban autoridades del gobierno trinitario y padres de algunos de los niños.
OEA exige protección y trato justo
El comisionado de la secretaría general de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, indicó que «las autoridades de la isla deben darle protección y garantizar la reunificación de la familia».
Todavía no está claro quien dio la orden de deportación la tarde del domingo.
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó ordenó una investigación durante un debate virtual del Parlamento, en el que los diputados pidieron denunciar el caso ante organismos internacionales. «El Gobierno trinitario lamentablemente cometió esta acción a pesar de que un tribunal ordenó que se detuviera tal acto de atrocidad”.
Condenó que el gobierno de Nicolás Maduro no hiciese una llamada de alerta para que las fuerzas armadas buscasen la embarcación con los deportados en la zona marítima que separa a Venezuela de Trinidad y Tobago. “Es cómplice Maduro, sin duda, de estos tratos crueles e inhumanos”.
Jueza ordenó su regreso
La jueza de la Corte Suprema de Trinidad y Tobago, Avason Quinlan-Williams, ordenó a la Fuerza de Defensa de su país devolver a la isla a las mujeres y los niños, los cuales deberán permanecer bajo custodia para una audiencia de seguimiento, reseñó el diario Trinidad and Tobago Guardian.
Las mujeres y los menores fueron detenidos después de llegar a la zona de Chatham el martes 17 de noviembre. La mayoría tiene familiares en Trinidad y Tobago, según han informado sus abogados, quienes aseguran que cuentan con la condición de refugiados.
Quinlan-Williams calificó además de confuso que la Policía no supiera a quién se entregó a los venezolanos y que la división de inmigración tampoco tenga una respuesta clara de cuál fue su paradero.
La abogada Nafessa Mohammed expresó ante medios locales que estaba “extremadamente decepcionada” por el giro de los acontecimientos y criticó al Estado por su actitud “inhumana” hacia los inmigrantes. Sostuvo que el Estado debería haber adoptado un enfoque humanitario y de derechos humanos, ya que se trata de una situación que involucra a niños.