La terapia ocupacional ayuda a los adultos a alcanzar su independencia en las actividades cotidianas, y en el ámbito pediátrico favorece a los niños en cuanto a su aprendizaje, busca fortalecer la musculatura y trabajar la coordinación de ambas manos.
La mayoría de los niños que requieren este tipo de terapias son aquellos que nacen prematuros o con parálisis cerebral, pero también existen pequeños que lo ameritan cuando ya iniciaron su periodo escolar.
“A estos últimos les cuesta acatar órdenes, no agarran bien los lápices y pueden presentar trastornos de hiperactividad o déficit de atención”, explicó Jaenys García, terapeuta ocupacional.
Los niños pueden presentar problemas al escribir, dificultades para calcular el tamaño de la letra, mala postura al sentarse y dificultad al vestirse. No colocan bien los botones ni atan correctamente los zapatos, además de ser muy flojos para comer.
“Muchas veces los padres al ver que tardan mucho los visten ellos o les dan la comida, y así solo crean y refuerzan malos hábitos”.
Ventajas de la terapia
Luego de que el terapeuta realice la evaluación, establecerá una serie de objetivos acordes al niño, a medida que se vayan cumpliendo se observará cómo va mejorando en sus actividades escolares y de la vida diaria.
“Aumentará su autoestima y su seguridad, se comportará mejor con sus padres y sus profesores y también acatará correctamente las instrucciones”.
Si no son atendidos a tiempo, pueden tener problemas de atención que irán en aumento, y puede convertirse en un niño malhumorado y deprimido, “los trastornos son como una bola de nieve que crecerá con su edad”. / VC.