Numerosas personas con un cuadro depresivo clínico no solo verbalizan sentirse tristes y sin ilusión con su vida en general, sino que también tienen arranques de ira, hostilidad y comportamientos agresivos dirigidos hacia la familia, pareja o amigos.
La psicóloga Osweldy Mouthon Yánez manifestó que la situación económica (falta de acceso a los alimentos y servicios) es una causa de la violencia intrafamiliar.
Comentó que las preocupaciones tales cómo atender a las demandas del hogar, a los hijos y actividades laborales provocan sentimientos de frustración, llanto repentino, irritabilidad, mal humor y microagresiones.
“¿Qué hacer? Es importante que la persona pueda expresar lo que piensa, que sea escuchada, comprendida y recordarle que hay situaciones que están fuera de su control. A los familiares, aplicar los primeros auxilios psicológicos (PAP) que consiste en escuchar, sin juzgar”.
También acompañar a la persona en lo que necesite. Hablar, llorar y sobre todo recordarle que cualquier situación que está atravesando no es su culpa. Pero, principalmente orientar sobre especialistas de salud mental y servicios que ofrecen.
“El rol de apoyo es acompañar e informar con claridad las opciones que le pueden generar bienestar. Todos tenemos recursos emocionales y cognitivos para afrontar retos y desafíos de la vida, y es posible hacerlo desde la fortaleza y el apoyo social”.
De acuerdo a estudios de la ONU y la Unicef, la violencia de parejas ha incrementado debido a que la mujer se dedica al trabajo no remunerado y cuidados del hogar.
Además, la inseguridad alimentaria incrementa conflictos y diferencias entre los miembros de la familia. En una investigación de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), PsicoData Venezuela 2023, un 90% de la población sentía preocupación ante la situación nacional, 79% afirmó sentir rabia por saber a dónde ha llegado Venezuela y a 73% le entristecía pensar en el futuro de la nación.
La investigación comprobó además que 4 de cada 10 aseguraron que, con frecuencia, su estado de ánimo se ha ido deteriorando por estas razones.
También, seis de cada diez personas aseguraron que su principal fuente de estrés son los problemas económicos.