“Se nos obliga a iniciar una presencialidad del 100%, cuando no tenemos ni las más mínimas condiciones para que esto sea posible: Hay déficit presupuestario en el comedor y el transporte es precario”, dijo Gustavo Izaguirre, dirigente de la Universidad Simón Bolívar, sede Litoral.
Afirmó que las pocas unidades de transporte presentan muchas fallas y representan un gran riesgo tanto para los profesores como para los alumnos.
“Los servicios de agua y electricidad son deficientes. El deterioro de la infraestructura universitaria es evidente, paulatinamente se ha venido a menos”.
Resaltó que la situación de los profesores es precaria porque los sueldos no les alcanzan y la presencialidad absoluta es imposible.
“Lo poco que devengan no les alcanza para ofrecer clases todos los días de manera presencial y eso lo sabe cualquiera”./jd