En La Planada de Zamora claman por apoyo gubernamental
Al menos 15 familias que se encuentran en alto riesgo en el sector La Planada, en la parte alta de Zamora, Catia la Mar, esperan por reubicación de viviendas o apoyo con materiales para mejorar las condiciones de los humildes ranchos que habitan.
“Esto son chorreras de agua por todos lados cuando llueve, tratamos de ir tapando los huecos, pero siempre aparece uno nuevo. Por acá vinieron personas de la misión Somos Venezuela, pero hasta la fecha no sabemos en qué quedó eso, porque ninguno ha sido beneficiado, aquí estamos prácticamente olvidados por las autoridades”, expresó Leydimar Garrido.
Señaló que cuando las elecciones regionales, la primera dama visitó el sector, pero solo inspeccionó las viviendas que están en la vía. “A nosotros, que vivimos en estas condiciones, ni nos vio. Dicen que no pueden ayudarnos porque estamos en alto riesgo, pero debería ser al revés, pues necesitamos más de su apoyo”.
Aseguraron que el alma se les pone en un hilo cada vez que llueve, pues se han registrado varios deslizamientos de tierra, y temen que los terrenos donde fueron construidos los pequeños ranchos cedan en cualquier momento.
“Con las últimas lluvias registradas en la entidad, se abrió una zanja muy parecida a una quebrada, y el cerro que está detrás de la vivienda estaba cediendo. Necesitamos que nos ayuden, porque no contamos con los recursos para mejorar nuestra situación”, dijo Petra Rivero.
Comen dos veces al día
Refirieron que la falla en la distribución de la bolsa, el poco poder adquisitivo que tienen y la escasez de alimentos, los mantiene acorralados. Detallaron que hacen milagros para alimentar a los niños, quienes con suerte comen dos veces al día, porque hay días donde no tienen nada qué comer.
“Comemos lo que conseguimos. Estamos resolviendo con yuca o auyama, pero hay días que no tenemos nada que darle a los niños. La bolsa puede tardar hasta un mes en llegar”, contó Rivero.
Otro problema que los aqueja es la falta de alumbrado y de caminerías. Denunciaron que han hecho el llamado a Corpoelec para que se aboque a reparar los postes, pero no han recibido respuesta.
“Vivimos a oscuras, los bombillos de las viviendas son los que medio alumbran las calles. Las caminerías han sido arrasadas por las lluvias, ya ni escaleras nos quedan. Además, la vía se está hundiendo, lo que impide que los autobuses suban hasta aquí, debemos caminar desde el rompe carga, algunos cobran Bs. 1.000 y nos dejan botados ahí, y en la noche nos quitan Bs. 2 mil”./LH/va