La mujer debe empoderarse para que no dependa de su agresor
“La violencia hacia la mujer va de menos a más hasta terminar en socavar la autoestima de la persona, al decirle que ‘nadie la va amar como él”, expresó el psicólogo Erbis Busto, quien manifestó que una de las estrategias de control es alejar a la mujer de sus amigos y familiares.
Dijo que comienzan con cosas muy sutiles y sencillas, por ejemplo mostrar interés de la persona a quien le escribe. Continúa con la manipulación en la forma de vestir, luego viene el control de las salidas hasta solicitar las contraseñas de las redes sociales para eliminar a los amigos.
“Este tipo de comportamiento, que se ha normalizado, es peligroso. Muchas no pueden salir porque están tan acostumbradas o tienen una autoestima tan baja que necesitan de ayuda profesional”.
Otro aspecto que impide a las víctimas alejarse de sus parejas es la falta de oportunidades. “He escuchado de mujeres que dicen que no tienen dinero para alimentar a sus hijos ni tienen a dónde ir. Quieren salir de ese ambiente, pero no tienen los medios”.
Recomienda buscar el apoyo familiar y de las autoridades cuando tienen miedo o están angustiadas porque sus parejas son violentas o lo han visto perder el control. También, educar a la población, comenzando desde la infancia, sobre la igualdad que tienen las mujeres. Además, fortalecer el respecto por la vida y la autoestima.
El especialista manifestó que será difícil tener cero feminicidio u homicidio, porque la impulsividad siempre existirá, bien sea por falta de control o por algún trastorno de personalidad.
Sin embargo, el objetivo es brindar a las personas las herramientas para que puedan identificar cuáles son los factores que desencadenan la violencia.
Lo otro es que el Estado brinde a las víctimas programas económicos que las ayuden a salir de esas relaciones conflictivas, porque muchas están con sus “perpetradores” por dinero para cuidar a sus hijos.
Factores psicológicos y sociales
El especialista explicó que existen factores psicológicos y sociales que conllevan a esta conducta. Por ejemplo, en una sociedad predominantemente machista, el hombre verá a la mujer como un objeto y como tal tendrá poder sobre ella.
Desde el punto de vista psicológico, existen los trastornos de personalidad. “No significa que cualquiera con un trastorno pueda hacer daño a los demás, pero estos victimarios tienen trastorno de personalidad antisocial, de personalidad narcisista y de límite, donde el control del impulso se ve disminuido”.
Explicó que ante un momento de frustración causado por los celos o el abandono, pueden llevarlo al feminicidio que se ha vuelto más violento porque no tienen control sobre sus impulsos. Buscan hacer el mayor daño a su pareja por tener una baja tolerancia a la frustración./jd