“Quien comete un feminicidio podría estar respondiendo a una planificación por alevosía premeditada generada por la misoginia, que es un padecimiento que impulsa a algunos hombres a golpear o asesinar a una mujer simplemente por el hecho de serlo, porque odia al género femenino”.
La psicóloga María Laura Yriarte aseguró que los misóginos deben ser sometidos a tratamiento antes de que su misoginia le haga cometer un delito grave.
¿Cómo se desarrolla la misoginia?
Para la psicóloga, en gran parte la misoginia depende de la crianza que cada padre o madre le da a sus hijos. Sin embargo, la cultura machista que existe en Venezuela, como en otros países latinos, además de la poca capacidad del sistema judicial para condenar estos hechos, son los factores que más influyen en que el odio a las mujeres siga vivo en la actualidad.
“Todavía hay personas que piensan que la mujer tiene que rendirle pleitesía al hombre, que no debe trabajar y que debe estar todo el día en la casa limpiando, cocinando, cuidando a los hijos. Cuando una mujer trabaja, llega cansada al hogar y se ve limitada para hacerlo todo en casa, esto es usado para justificar la violencia en su contra”, expresó.
Yriarte recomienda a los padres, que promuevan en sus hijos varones el deber de colaborar en las tareas de la casa, porque en la sociedad moderna tanto el hombre como la mujer deben trabajar en la calle y ambos deben compartir las cargas de la casa.
“Si un varón quiere limpiar, lavar, cocinar, planchar, hay que motivarlos, porque esas son tareas muy necesarias en la vida. Además, que aprender a defenderse lo hace más independiente. Si su mujer llega tarde del trabajo, él se puede atender solo”.
Explicó que, en la mayoría de los casos de femicidios, el agresor ha crecido en un entorno familiar donde le han enseñado o ha visto que el hombre tiene cierto derecho de poseer a la mujer, como si fuera de su propiedad, algo que en occidente, donde somos culturalmente más adelantados, no es bien visto, porque la mujer disfruta de plenos derechos.
El hombre misógino debe internalizar que eso no es correcto, no es adecuado en estos tiempos en nuestro continente y que debe buscar orientación psicológica, para tener una relación de pareja sana y mutuamente gratificante.
La cultura machista que algunos hombres arrastran consigo, le hace daño a la mujer, pero también al hombre que la practica, pues le coloca como alguien retrógrado, desfasado, a quien las mujeres le sacan el cuerpo.
Es un silogismo: El misógino daña a la mujer, por ende perjudica a la familia y como la familia es la célula fundamental de la sociedad, afecta a todo el país.
Venezuela es un país de igualdad, donde la mujer no es propiedad del hombre, ni a la inversa. Macho y hembra son dos que se unen para complementarse y para ser felices.