De manera voluntaria y sin ser titulada, María Pulido, conocida en el sector El Cambural, de la parte alta de Quenepe, cómo «la maestra Salomé», lleva 20 años educando e impartiendo tareas dirigidas a niños, jóvenes y adultos.
Actualmente da las clases en un espacio que se le habilitó hace 1 año en la Base de Misiones Eliézer Otaiza, al cual acuden 20 alumnos al día.
«Esto lo hago porque me gusta enseñar, pero nunca estudié educación. Yo he enseñado a medio barrio a leer y escribir, incluso formo parte de la tradición familiar, porque le dí clases a muchos padres cuyos hijos hoy son mis alumnos», señaló.
La maestra de 63 años expresó que muchos niños y niñas se quedaron a la deriva por la pandemia dado que no cuentan con las herramientas tecnológicas para hacer las tareas y en eso es en los que se centra, porque no sabían leer ni escribir y los enseñé y ya suman, restan y multiplican.
Tiene 3 turnos al día: de 8:00 a.m. hasta las 12:00 p.m. luego de 2:00 p.m. a 4:00 de la tarde y de 4:00 p..m hasta las 6:00 p.m. /HB