La leche materna humana mata a la mayoría de las cepas vivas del Covid-19 y logra “bloquear la adhesión viral, la entrada e incluso la replicación viral posterior a la entrada”. Así lo reveló un grupo de investigadores de la Universidad de Tecnología Química de Pekín, China, dirigido por el profesor Tong Yigang.
Este estudio sobre las células expuestas al nuevo virus fue publicado en Biorxiv, y según analizaron la leche que habían recogido en 2017, es decir, mucho antes de la pandemia.
Se analizó leche animal y humana y se descubrió que aunque las proteínas del suero de la leche de vaca y de cabra también podrían inhibir el virus, son menos eficaces que la leche materna humana, que se cree que tiene una mayor concentración de factores antivirales. El suero de lecha humana demostró una eficacia de inhibición del virus de alrededor del 98%.
La leche materna, proporciona las proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan y además, tienen anticuerpos que ayudan a evitar que el neonato se enferme.
En Wuhan, cuando se detectó el virus por primera vez, la incertidumbre aumento y los recién nacidos fueron separados de las madres que dieron positivo. Pero dadas las investigaciones, se evidencia como “un escudo para el bebé ante el virus” por eso, mucho antes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda que las madres deben amamantar a sus bebés incluso si están infectados.
Paula Lalaguna, coordinadora nacional de la iniciativa internacional lanzada por la (OMS) y Unicef, para la humanización en la atención al nacimiento y la lactancia (iHAN), también lo constata en declaraciones a Efe, aunque señala que al comienzo de la pandemia, con la incertidumbre, «se echara un poco por tierra» tanto la lactancia materna como el piel con piel «que tanto costó implantar»./jd