Génesis Peña
En la Casa de Reposo La Abuelita, Caraballeda, solo quedan 5 pacientes de los 31 que para septiembre de 2022 hacían vida en el lugar y por quienes sus familiares luchaban para que no fuera cerrado el lugar, donde se mantendrán recluidos solo hasta después de Semana Santa.
Luego de varios meses de lucha por parte del Comité de Familiares y hacer reiteradas peticiones al gobernador José Alejandro Terán y el alcalde José Manuel Suárez para evitar el cierre, finalmente, el espacio será clausurado.
Esto se debe a que el centro que albergó durante más de 40 años a pacientes, debido a la situación del país y deterioro de la infraestructura, servicios, medicina, alimentación y el pago de los trabajadores, entre ellos médicos, enfermeras y mantenimiento no pueden seguir manteniéndolo.
A pesar de que este es el único centro psiquiátrico con el que cuenta el estado La Guaira, los últimos 5 pacientes que quedaban en el lugar después de la semana mayor ser trasladados hasta su nuevo lugar.
Durante los últimos meses el subsidio de la comida lo llevó el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, pero en cuanto artículos de higiene personal y medicamentos los familiares de pacientes se encargaban de cubrirlo.
La mayoría de los pacientes que quedaban son esquizofrénicos. Serán reubicados a centros de este tipo en Caracas ya que, en la entidad, no hay lugares donde puedan ser internados pacientes psiquiátricos que presenten grados altos de agresividad.
“Solo hay geriátricos y sería un riesgo meterlos hay porque tanto los abuelos que están allí y ellos mismos podrían sufrir consecuencias”, dijo María Quiñones, quien fue coordinadora de enfermería acá.
En esta clínica se recibían hasta personas que debían ser enviadas a manicomios o llamadas colonias, por sus patologías psiquiátricas, sin embargo, La Abuelita los recibía porque no existía ni existe un centro adecuado para ellos en el Litoral Central.
La coordinadora contó que, a pesar de hacer los llamados correspondientes a la Gobernación y la Alcaldía por parte de familiares, el centro no recibió respuesta alguna, a pesar de las inspecciones que se hicieron en oportunidades.
Para Willan Echarry, psicólogo, trabajador del área de salud mental del Ipasme y psicólogo forense Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) La Guaira, con el cierre de La Abuelita se puede llegar al punto de que personas que requieran ser recluidas en centros como este comiencen “a deambular en la calle y pasa a ser un problema de salud mental público”.
A su vez, exterioriza el hecho de que “sigue la falta de atención de salud mental por la falta de existencia de centros especializados en el estado y es una situación delicada y peligrosa”.
Por tal motivo, es necesario que el gobernador, José Alejandro Terán, se incline a esta situación y a la ubicación y construcción de un espacio para atención de ciudadanos guaireños con problemas de salud mental.
Principales causas de problemas de salud mental
La crisis socioeconómica del país y la migración han sido un factor que intensifican la alteración de los cuadros psicoemocionales de los venezolanos trayendo así alteraciones ansioso depresivas, estados de pánico, miedo, tristeza, rabia, irritabilidad, así como situaciones de violencia intrafamiliar, entre adolescentes.
A pesar de esto, este tema sigue siendo minimizado y los especialistas en el área alertan de la importancia de abordar temas como este, sobre todo como un problema de salud pública.
Los factores mencionados han propiciado la visivilización de casos de abuso sexual y de suicidios.
En el estado La Guaira, según cifras del Senamecf durante marzo se dieron 4 suicidios: 2 jóvenes de 21 años y 1 joven de 27 y el otro de 33. Para febrero de 2023 se presentó una data de 49 decesos de los cuales 39 fueron por muertes naturales que se dieron a partir de enfermedades cardiovasculares.
Esto, según Echarry, “son cifras preocupantes y alarmantes a nivel de salud mental”, pues las causas que generan estas muertes, que vienen por enfermedades cardiovasculares, se dan por problemas alimentarios, dificultades con el cumplimiento de tratamientos médicos, efectos del covid, antecedentes genéticos y hereditarios, edad y el cierre de ciclo por el fenómeno de La Niña y el inicio de El Niño con temperaturas muy altas.
Respecto a la migración, a nivel psicológico se presenta el síndrome del miedo evasivo que se refleja en que “el papá o la mamá se van y dejan solos a niños pequeños, adultos mayores y hasta mascotas”.
Dicho fenómeno, sobre todo, en los adultos mayores ha representado diversas alteraciones psicoemocionales que terminan afectando su salud física.
Falta de atención psicológica e inaccesibilidad a los psicotrópicos por sus altos costos
Para Echarry, ir al psicólogo o psiquiatra “se ha convertido en un tabú, además se ven los estereotipos generando una caracterización en general, afirmando que todos los psicólogos o psiquiatras tienen trastorno de personalidad”, lo cual esta errado.
Dichas situaciones hacen que se genere rechazo por parte de la población a estas áreas de la salud, lo que lleva a no cuidar de su salud mental.
Otro de los casos que se presenta es que los especialistas han emigrado y eso ha ocasionado que los que quedan en el país sea un grupo reducido.
A su vez, muchos no asisten a estos especialistas, pues las consultas privadas llegan a costar entre 30 y hasta más de 50 dólares cada sesión, lo cual para algunos representa un “gran gasto”.
Aunque existe asistencia pública, no todos tienen conocimiento de cómo acceder a ello. Unos creen que no hay y otros solo desconocen de dónde y cuando atienden.
Ante esto, Echarry destacó que en La Guaira se dispone de atención salud mental gratuitamente en la Sanidad que cuenta con 4 especialistas, 1 en la Fundación Niño Simón de La Guaira y él quien atiende en el Ipasme.
También, hay un psiquiatra en el Centro de Atención Psicofamiliar El Niño y El Mar, así como en el Hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata, donde los guaireños pueden ir atenderse.
Por su parte, los altos costo de medicamentos psicotrópicos para atender a pacientes del área psiquiatría es otra de las cuestiones que dificulta mantener el control de los casos. Por ejemplo, fármacos como el Clonazepan 2 mg se ubica en 205,70 bolívares por cada 30 tabletas.
A su vez el Carbamazepina 200 mg cuesta 158,50 bs por cada 30 comprimidos, la Risperidona 2 mg esta en 171,20 bs, el Ácido valproico 500 mg 401,55 bs y el Alpran 2 mg 183,95 bs.
Todos estos sirven para medicar a pacientes con cuadros psiquiátricos, sin embargo, para algunos acceder a ellos se vuelve compleja debido a que manejan un sueldo mínimo de 130 dólares, 5,30 dólares al mes, lo que no alcanza para cubrir tratamientos ni comida a la vez.