* Dólar a 6,30 mantiene las colas y escasez de productos
Luis López – El sector comercio es la vitrina de lo que se importa y se produce en el país. “Ha decrecido y lo que predominan son las colas para adquirir los productos por lo que progresivamente se está ‘informalizando’. La manera de cambiar esta realidad es produciendo”, informa Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio.
Indica que en el estado Apure todos los sectores se unieron en protesta por la crisis, porque no encuentran apoyo de los entes oficiales para producir, comercializar y mantener abastecido el mercado. “Hace dos años la escasez campeaba en el interior del país, ahora nos tocó aquí, en el centro del país, donde no hay como adquirir ni productos regulados ni liberados, porque lo poco que se consigue es impagable para la gente de bajos recursos”.
Afirma que es impostergable la liberación de precios y la eliminación del control cambiario. “El Gobierno tiene que mantener las acciones sociales, que siempre han existido. Antes era el vaso de leche, Acude, Corpomercadeo, entre otros. Lo cierto es que debe actuar rápido para sanear la economía con la activación del aparato económico. Es un posible insistir en una gasolina barata y regalada, cuando el dólar también es barato, regulado y escaso. El cambio de dólar a 6,30 es lo que mantiene las colas, porque no se está garantizando las importaciones de los productos regulados para los miles de consumidores”.
Distorsión cambiaria ha sido perjudicial
Ramos explica que la distorsión cambiaria ha sido perjudicial para todos porque se ha hecho difícil sostener. Hay que generar confianza y eso empieza con el cambio de modelo económico.
Comenta que la gente está cansada, obstinada en las colas e, inclusive, hay ausentismo laboral por la búsqueda de alimentos para la dieta diaria. Otros se obligan a practicar el trueque”.
Expone que desde Consecomercio, se mantienen en permanente análisis de la situación país. “Hoy se ha confirmado que no es el sector comercio el responsable de la crisis. Más del 80% de los venezolanos, según encuesta, lo confirman. Ese discurso de satanizarlo se ha revertido. Tierras expropiadas por el estado que no producen, empresas comercializadoras que tampoco venden. La electricidad y el agua están en sus manos y las fallas son persistentes. Un ejemplo triste es la crisis del agua en Vargas”.