Valerie Calderón
“Esa flexibilización no obedece criterios sanitarios y tampoco respeta los protocolos emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, que determinan que para poder asumir conductas de flexibilización, en primer lugar debe haber estadísticas que afirmen que los casos de covid-19 han estado disminuyendo por lo menos por 15 días continuos, pero esto no es lo que ocurre en el país, sostuvo Bernardo Guerra.
El gremio médico en general y la Academia Nacional de Medicina también se han pronunciado en rechazo a la medida de la flexibilización durante todo noviembre y diciembre.
En segundo lugar, el porcentaje de los vacunados debe ser alto, y los ciudadanos deben asumir conscientemente el protocolo, cosa que tampoco sucede, pues se puede observar en cualquier sitio aglomeraciones, algunos usando el tapabocas incorrectamente y otros ni se molestan en usarlo. Eso es un elemento importante”.
En tercer lugar, Guerra opinó que no se ha profundizado en la concientización de la población, sobre todo debería haber énfasis en que aun después de recibir la vacuna se debe usar tapabocas porque el virus sigue activo en la calle. “Además, estamos en una tercera ola con otras variantes que provocan más contagios y de manera más rápida”.
En cuarto lugar, las condiciones de los centros de salud no están aptas para aceptar a más contagiados, ya que los hospitales están abarrotados de pacientes. “Para tomar esta medida se debe estar conscientes del riesgo que se va a correr, habrá más contagiados y por consiguiente más colapso, no será posible responder ante tantos pacientes”.
Y en quinto lugar agregó que los venezolanos no perciben un sueldo que les permita ganar lo suficiente para alimentarse correctamente, mucho menos para comprar medicamentos y todo lo que acarrea contagiarse de covid-19, sin hablar de las secuelas.