* Luis Vicente León sostiene que el uso de divisas sirve como válvula de escape para una economía varada
“La economía en efecto está reaccionando a una pérdida muy importante de la capacidad de compra del bolívar, que obviamente pierde valor en la hiperinflación, y el Gobierno no ha podido parar el proceso, lo ha desacelerado, pero no ha detenido el fenómeno ya que el 50% de la economía emigró a moneda extranjera”, señala Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.
Señala que el Gobierno no es capaz de producir dinero nuevo para poder inyectar la diferencia de la pérdida de valor de la moneda. “Hay una escasez muy importante de bolívares físicos para poder operar en el mercado y eso ha obligado a que el mercado migre buscando otros mecanismos de pago, que los va a conseguir en las divisas”.
Indica que estas provienen de muchas fuentes. Unas tienen que ver con las remesas, otras con la repatriación de dinero de los venezolanos que tienen ahorro en el exterior desde hace muchísimos años. En Venezuela, nadie que tuviera superávit ahorraba en bolívares desde los años 80, fecha de la gran macrodevaluación venezolana.
Por tanto, hoy una parte importante de la población tiene acceso a sus propios ahorros en el exterior y los trae para compensar su vida. “Pero además, están las operaciones de frontera que son en moneda extranjera, el contrabando de extracción, el oro legal e ilegal, las exportaciones no tradicionales que tienen que ver con el narcotráfico y el narcolavado”.
En cuanto a la hiperinflación, señala que es un fenómeno clásico que está vinculado a la variable monetización del déficit fiscal en la pérdida de confianza.
“Usted puede tener un montón de cosas alrededor: especulación, acaparamiento, pero esas son consecuencias. Una de las causas de la inflación es fundamentalmente la monetización del déficit fiscal”.
Expresa que hoy la economía venezolana en efecto tiene un montón de cambios que son más racionales que los que había hace un par de años. La apertura cambiaria, la de precios.
“Incluso el Gobierno ha reducido el déficit fiscal, eso ha pasado”. Con lo que podemos decir que la reacción, quizá no diseñada, pero sí vinculada a su pérdida en su capacidad de control de la economía, ha generado una apertura de facto de la economía venezolana.
“Pero la respuesta no resuelve el problema, porque ahora lo encuentra aislado, con sanciones, sin capacidad de respuesta gubernamental y sin confianza de los inversionistas”./jd