En un dilema entre subir los precios o mantener la clientela, se encuentran los vendedores de comida rápida, quienes aseguran que gastan el doble en ingredientes cada vez que van a abastecerse. Los que ofrecen perros calientes y hamburguesas señalan que en aproximadamente un 80% se han disparado desde las salsas hasta las papitas.
Julio Escobar, vendedor, comenta que “hay mucha escasez, sobre todo con la carne para las hamburguesas. Un perro caliente no se puede vender en menos de 170 bolívares, porque nada más el paquete de salchichas supera los mil bolívares. A principios de año si se podía vender en 70 bolívares”.
Explicó que también le ha tocado comprar las salsas más caras sobre los 2.000 bolívares el frasco, “eso tampoco se consigue, al igual que los huevos que se dejaron de ofrecer dentro de las hamburguesas. Ya la gente se acostumbró”, agregó también, que por cada paquete de pan no paga menos de 390 bolívares.
Además le toca zanquear la carne y el pollo. Escobar señaló que “acompañar el perro con una malta también sale caro, porque cada gavera está sobre los 1.800 bolívares”. En la mayoría de los puestos de comida rápida ambulante, los precios para las hamburguesas están desde 450 bolívares en adelante. MEM/jd