Usuarios del transporte hacia Las Salinas desde el terminal de Catia La Mar sufren para llegar a sus hogares.
Bárbara Rondón.-
“Todos los días es el mismo trajín, hasta los fines de semana que es cuando menos personas salen a la calle, sufrimos la crisis del transporte. Necesitamos ayuda porque el Alcalde ofreció dos autobuses para Las Salinas en su campaña, de las cuales yo iba a manejar uno. Sin embargo hasta los momentos estoy esperando”, comentó Alcides Level.
Media hora es el intervalo de salida de estas unidades, pero por la falta de autobuses pueden tardar de dos a tres horas, por lo que se hacen largas colas.
“A veces pasa una camioneta pick up o un Jeep y le pago el pasaje para poder salir. Es una locura que tengamos que estar haciendo esto en pleno siglo XXI”, resaltó Leizer Borges .
Denuncian que la tarifa era de Bs. 4 mil, pero se aceptó un aumento a 6 mil, con la esperanza de que mejorara el servicio, sin embargo los usuarios no han visto un beneficio, pues más bien se está como en decadencia.
Marta Rada manifestó que los autobuseros hacen lo que quieren con el fiscal que debe controlarlos. “Ellos hacen sus acuerdos y el fiscal se hace la vista gorda, siempre lo terminan sobornando para que no les reclame sus faltas”.
Los usuarios de Las Tunitas son invisibles para los autobuseros
Por mas de tres horas pueden estar los usuarios en cola a la espera de unidades para trasladarse a sus casas.
Ingrid Ramos, habitante de Las Tunitas, explicó que el día de ayer estuvo esperando autobuses desde la 1 pm hasta las 3.
“Los autobuses pasaban subían a la gente y salían del terminal sin cargar, y el fiscal no hace nada” dijo.
“Todos los días es la misma situación ya lo que hago es sentarme en la acera a esperar que llegue un autobús. Ahorita tengo más de 30 minutos aquí y para la cantidad de personas que hay deberían de llegar constantemente las unidades”, declaró Edgar Flores.
Autobuseros se estacionan y no cargan para Vista al Mar
Habitantes de Vista el Mar denuncian que los autobuseros se estacionan en el terminal y no cargan sin importarles las largas colas que se hacen.
“Yo soy enfermero y vengo de una guardia, estoy desde las 9 am en la cola esperando y solo un autobús ha cargado. Ellos pasan por el lugar y salen, o si no se estacionan sin ningún pudor delante de todos, sin importar nuestro sufrimiento”, expresó Roger Merente.