El sismo de magnitud 7.8 que sacudió Turquía y Siria la madrugada del lunes fue el peor que ha azotado al país en este siglo. En la mañana del martes el balance de fallecidos era ya de más de 5,000.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que el número de muertos podría incrementarse hasta los 20,000.
Más de 7,800 han sido rescatadas de entre los escombros.
El primer terremoto que alertó a la comunidad, fue de una magnitud 7.8, se produjo cerca de Gaziantep a las 4:17 hora local. Hubo numerosas réplicas y a las 11:24 de la mañana hora local se produjo el terremoto de magnitud 7.5 cerca de Ekinözü.
«Los mapas muestran que 23 millones de personas están expuestas, incluyendo cinco millones de personas vulnerables», afirmó una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, ante el consejo ejecutivo de esta agencia de la ONU, indicó AFP.
El secretario general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió por su parte de la urgencia de la situación.
«Ahora es una carrera contrarreloj. Cada minuto que pasa, cada hora que pasa, las posibilidades de encontrar supervivientes disminuyen», insistió, precisando que enviarán «tres vuelos chárter a los dos países» con material médico, incluidos lotes quirúrgicos, desde la plataforma de logística humanitaria de Dubái, según informó el diario El Tiempo.