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La ansiedad y la depresión se superan más rápido con ayuda psicológica

La crisis económica y la incertidumbre política que se viven en el país disparan los problemas familiares y han llevado a muchos a sufrir trastornos mentales, principalmente ansiedad y depresión.

La licenciada Florymar Quijada, psicóloga del Centro Médico Diagnóstico Gamma en La Guaira, explicó que la ansiedad es un sentimiento de temor que aparece básicamente por la incertidumbre.

“La persona con ansiedad comienza a anticipar eventos, en ocasiones por experiencias pasadas y en muchas otras por no saber cómo manejar estas situaciones”.

La ansiedad va acompañada de ciertos síntomas constantes como sensación de ahogo, fallas en la respiración, sudoración, palpitaciones, miedo excesivo y afectación al nivel de la boca del estómago; en ocasiones surgen dolores de cabeza sin tener una base orgánica, falta de sueño y pesadillas.

Recomienda en principio que el paciente aprenda a respirar por medio de ejercicios. También trabajar con el pensamiento, es decir hacer una reingeniería de cómo vemos las cosas, evaluar las creencias y ver las posibles soluciones, básicamente el manejo de las emociones.

Deben acudir con el especialista cuando estas situaciones se vuelven más recurrentes al punto que puedan escalar y llegar a un ataque de pánico o a una crisis.

“En mis consultas lo más frecuente es el miedo a la enfermedad, en parte por la situación económica, porque no están asegurados o carecen de poder adquisitivo. Esto se incrementó más con la pandemia”.

Quijada señaló que una persona sometida a ansiedad constante tiene un sistema inmunológico vulnerable. Por eso las probabilidades de enfermarse es alta, porque tanto la tristeza como la ansiedad son emociones negativas.

 De todas las edades

En cuanto a la depresión, indicó que es provocada por situaciones traumáticas o estresantes. Por ejemplo un proceso de duelo, no solo por el fallecimiento de un familiar, sino por la separación de la pareja, pérdida del empleo y de la capacidad de resolución del problema.

“Es una tristeza que ha permanecido por mucho tiempo y en ocasiones limitante para el normal desenvolvimiento. Hay distintos grados de depresión: Muchos necesitan ser medicados por el grado de afectación bioquímica”.

En cuanto a las edades, la psicóloga manifestó que en el caso de Venezuela por la disgregación familiar todos se ven afectados. Ha tenido como pacientes a niños sin sus padres, porque se han ido del país o los abandonaron, a adolescentes y personas mayores.

En el caso de los adolescentes hay muchos elementos que pueden incidir, entre ellos el bullying, crisis de identidad, sobre todo por el tema que se ha ideologizado en las redes como lo es el género, creando confusión en su orientación sexual.

“Es muy recurrente y van desde los 10 hasta los 20 años de edad”. Comentó que el uso de los dispositivos, tanto en niños como en adolescentes y en adultos, también influye en estos trastornos porque se vuelven adictos. Un cerebro que está en constante estimulación, cuando no la recibe, la busca. “Es preocupante, porque no tienen espacio para compartir y hablar en familia de los problemas”.

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