Esta noticia habrá hecho sin duda las delicias de Pamela Anderson, una firme defensora de los derechos de los animales y embajadora de la organización PETA, ya que en el pasado había tratado de hacer ver a la celebridad la crueldad que implicaba apoyar a la industria peletera.
De hecho, a finales del año pasado la antigua vigilante de la playa optó por un enfoque práctico enviándole un abrigo de piel sintética de su marca Only Me. Y parece que su estrategia ha funcionado.