Las fallas de despachos a las carnicería se debe en parte a la especulación de los mayoristas. Al bajar la producción, éstos se aprovecharon para inflar los precios. En los supermercados, explican que cada vez se le gana menos a la carne y establecer la tarifa real implicaría inconvenientes con las autoridades económicas.
“A veces lo pensamos dos veces, porque ésta es carne que viene con hueso y grasa. Hacer toda la limpieza implica costos. Además para establecer el 30% debemos incluir el gasto correspondiente al salario de los carniceros y materiales. Solo la bobina de envoplast está en Bs. 5 mil. El kilo de carne en canal está cerca de los Bs. 230, con la excusa de que no se consigue y es de primera especulan”, dijo un carnicero del este.
El temor de que las multas caigan sobre ellos siempre está latente. “El gobierno en una oportunidad llegó a un acuerdo de que la carne se vendiera a Bs. 90, pero eso no salió en Gaceta, fue un acuerdo verbal que en algún momento podría perjudicarnos. Nos respaldamos en las facturas, pero es evidente que se pierde aunque no acatemos como tal la regulación”.
Explicó que el kilo de pollo al mayor también está por las nubes. “Está en Bs. 125 y lo vendemos en Bs. 169, no se le gana casi nada. Nos dicen que todo está caro porque el alimento de los pollos subió, pero en el fondo siempre hay un poco de especulación”. /MEM/ar