El actor mexicano Carlos Villagrán, reconocido por interpretar a Kiko en El chavo del 8, fue abordado por personas que trabajaban para el líder del Cartel de Medellín.
“Estaba en el hotel Tequendama, en Bogotá, cuando me llaman de la recepción. Me dicen que había tres personas que querían hablar conmigo. Pensé que eran periodistas”, relató el actor en diálogo con América.
Accedió a recibirlos, aunque reconoció que sintió cierto temor. “Subieron, nos presentamos, traían un portafolio en la mano, lo abrieron y sacaron una chequera. Me la pusieron en una mesita y la abrieron”.
“Me dijeron: Mañana es el cumpleaños de la hija de nuestro patrón y él quiere que usted actúe. Ponga la cifra que quiera, hasta 1 millón de dólares”, reveló Villagrán.
“Se me heló el cuerpo. No esperaba una cosa así. Se me ocurrió decirles que yo traía una cláusula en la que decía que yo no podía hacer nada más que lo que vine a hacer. Me lo respetaron, cerraron las chequeras, se despidieron muy bien de mí y se fueron».
Sin embargo, el actor admitió que sintió un fuerte temor frente a la posibilidad de que su rechazo provocara represalias. “Al haberme negado me entró mucho miedo. Me llevaban y me traían por diferentes caminos al hotel hasta que más o menos al tercer día dije: ya me voy porque tengo un miedo tremendo. Me van a balear por haberme negado y prefiero regresar”, manifestó, aunque más adelante reconoció que no tuvo ningún problema pese a haberle dicho que no a esos hombres.