La primera medalla de plata para Venezuela en los Juegos Olímpicos de Tokio la traerá el pesista Julio Mayora, quien desde muy niño se inclinó por la disciplina pese a que su madre pensaba que levantar pesas era peligroso.
Pero la constancia, la atracción del niño por la disciplina y su entusiasmo por este deporte terminó convenciendo a sus padres, quienes comenzaron a apoyarlo.
Cumplir un sueño entre dificultades
Este talentoso deportista luchó contra muchas adversidades derivadas de la situación económica social del país, pero siempre con la meta fija de romper su propio récord, sin dejar de colaborar con sus padres.
Integra una familia humilde, compuesta por Julio Mayora, padre; su madre es Betty Pernia, 7 hermanos, su hija Juliany Mayora e Isaura Pinto, su esposa.
“Mi hijo siempre fue muy disciplinado. Se paraba a las 5:30 a entrenar. Cuando pasó a juvenil ya era selección de Vargas y le tocaba subir a Caracas hacíamos un esfuerzo su mamá y yo, por lo que nos quedábamos sin comer para darle el pasaje, solo para que el cumpliera su sueño”, dijo su papá.
Una promesa cumplida
Su madre relató que “él me llamó desde Tokio y me dijo: Mami me voy a ganar una medalla y cuando llegue a Venezuela te compraré una casa”.
Agregó que esa casita le hace mucha falta ya que esta tiene muchos problemas. «Se nos incendió hace 8 años y aquí mis hijos y yo hemos estado luchando para mejorarla, pero debido a la situación del país no ha sido posible”.
Padre de Mayora pide una casa a Maduro
Su padre expresó: “Le hago un llamado al Presidente Nicolás Maduro para que por favor nos ayude con una casa digna, ya que estamos viviendo en condiciones precarias. Desde que se incendió hemos tratando de ser escuchados y aún no lo hemos conseguido”./RR/jd