La NASA tuvo que pedir ayuda a antiguos empleados porque una computadora de más de 30 años en el telescopio Hubble falló repentinamente. ¿Por qué no pudo solucionar el problema sin los especialistas ya jubilados?
Para estar seguro, Nzinga Tull, jefe del equipo de emergencia del Hubble, recurrió a la ayuda de antiguos miembros del personal.
Se trata de una historia digna de Hollywood. Desde hace 31 años, el telescopio Hubble gira alrededor de la Tierra a unos 550 kilómetros de altura, proporcionándonos fascinantes fotos de estrellas y galaxias lejanas. Originalmente, la misión debía durar solo 15 años, pero nuestro telescopio de galaxias lejanas sigue en órbita, y ha enviado hasta ahora cerca de 1,5 millones de imágenes a la Tierra.
Sin embargo, el 13 de junio de 2021, la computadora de carga útil del Hubble, que controla y coordina los instrumentos científicos a bordo del telescopio, falló repentinamente. Cuando la computadora principal dejó de recibir la señal de la computadora de carga útil, colocó automáticamente todos los instrumentos científicos del Hubble en modo reposo. Pero todos los intentos del equipo por reiniciar la computadora averiada a través de la computadora principal fracasaron.
Esto no es motivo de alarma, ya que, después de todo, los componentes importantes del Hubble se instalaron por duplicado, por si acaso. También hay una computadora de seguridad, solo que nunca se había utilizado, desde el lanzamiento del telescopio, en 1990. Pero un ordenador como ese no se puede iniciar pulsando simplemente el interruptor de encendido.
¿Cómo es posible que en la NASA, altamente tecnificada, ya no sepan cómo funcionaban antes esos aparatos? Imagínese que encuentra en el sótano una caja con recuerdos de su infancia: un casete de música con sus antiguas canciones favoritas y un disquete con fotos. Mientras su nieto le pregunta qué son esos extraños aparatos, usted piensa quién podría tener todavía un reproductor de casetes y disquetes para poder reproducir las grabaciones.
Estos son ejemplos banales, pero la tecnología y los conocimientos antiguos se pierden fácilmente, y cualquier error en la operación de rescate de la NASA pudo haber supuesto el irremediable fin de la misión del Hubble.
La «Vieja Escuela» sabía qué hacer
Para estar seguros, Nzinga Tull, jefe del equipo de emergencia del Hubble, reunió a algunos antiguos empleados. Para reparar un telescopio construido en la década de 1980, se necesitaron los conocimientos de los empleados de toda la historia del Hubble, escribe la NASA en una declaración abierta tras el éxito de la misión.
Más de 50 personas participaron en la operación de rescate, que duró dos semanas. Juntos, los miembros del nuevo y del antiguo equipo trabajaron inicialmente en la lista de posibles puntos débiles y trataron de aislar el problema.
Los antiguos empleados que ya habían participado en la construcción del telescopio todavía estaban familiarizados con la antigua unidad de mando y procesamiento de datos de la computadora de carga útil. Otros jubilados de la NASA encontraron las pistas decisivas para el procedimiento correcto en documentos originales del Hubble que tenían entre 30 y 40 años de antigüedad.
«Esa es una de las ventajas de tener un programa que lleva más de 30 años funcionando: la increíble cantidad de experiencia y conocimientos», dijo Nzinga Tull. «Ha sido aleccionador e inspirador trabajar tanto con el equipo actual, como con los que han pasado a otros proyectos. Todos demostraron mucha dedicación hacia sus colegas del Hubble, hacia el observatorio y hacia la ciencia por la cual el telescopio es famoso».
El arranque de la computadora se calculó paso a paso en un simulador en el centro de control. Gracias al esfuerzo conjunto, la computadora de reserva se puso en marcha exitosamente el 15 de julio, tras una pausa forzada de cinco semanas.
Dos días más tarde, los instrumentos volvieron a proporcionar fascinantes fotos de galaxias lejanas. En primer lugar, el Hubble fotografió dos galaxias recién que se fusionan en Capricornio con tres brazos espirales. Así, el telescopio espacial vuelve a estar en pleno funcionamiento gracias a la ayuda de los jubilados de la NASA.