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Jubilados de la Contraloría Municipal exigen pagos

María Lourdes Arráez.- En cuatro oportunidades los jubilados de la Contraloría Municipal de Vargas se han concentrado a las afueras del ente para exigir que la contralora Celestina Parra dé respuesta sobre los pagos que se les adeudan.

Manifiesta William Aguilera que después de haber cumplido con el municipio por más de 32 años, “ahora pasamos hambre por culpa de la contralora. Solo queremos que en nuestra cara vocifere las mentiras que manda a decir con intermediarios, como su secretaria. Queremos respuestas, estamos pasando hambre y es su culpa».

Señala que a los empleados y jubilados del municipio se les homologó el sueldo, se les aumentó el cestaticket y los de la contraloría siguen “a la buena de Dios, no es justo que a esta edad estemos mendigando nuestros derechos».

Sadia Sánchez considera que es una injusticia que se juegue con el hambre de los jubilados. «Nosotros no estamos exigiendo algo fuera de lo común, simplemente que nos respeten nuestros derechos que han pisoteado. Fuimos funcionarios de carrera que cumplimos con nuestras obligaciones y que hoy en día estamos reclamando nuestras homologaciones».

Denuncia además el pago de un bono del cual “los dejaron por fuera como la guayabera”; pues a los activos les cancelaron un mes de sueldo por el Día del Trabajador. “A nosotros como jubilados nos tocaba y nos dieron 4.000 mil, con burlas y atropellos «.

Anuncian que pidieron un derecho de palabra ante el Concejo Municipal para exponer su problemática y que estos sirvan de intermediarios para lograr las reivindicaciones.

Malas condiciones laborales

Aunque no quisieron dar sus nombres por miedo a represalias, los empleados denuncian que en las instalaciones de la Contraloría trabajan hacinados, además de la represión laboral y el miedo al que están sometidos para que no se diga lo que está pasando y ocurriendo dentro.

Explican que ni agua para tomar tienen, que son amenazados y amedrentados constantemente.

Aseguran que la contralora es una comisionada de la Contraloría Nacional y que tiene vencido el segundo plazo, dejando al ente sin el respectivo concurso, además la mitad de su familia ahora labora en esos espacios. MLA/jd

 

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