Galvis Guzmán.- El Salón de la Fama Museo de Béisbol, celebró una vez más y como ya se ha hecho tradicional todos los años, la X Exaltación al Salón de la Fama de quienes han contribuido al enriquecimiento de la gran pasión de todos los venezolanos: el béisbol; con un merecido homenaje en horas del mediodía de este martes, a las grandes figuras que integran la Promoción 2014.
El reconocido narrador Fernando Arreaza fue el encargado de conducir la emotiva ceremonia, realizada en las instalaciones del Museo, en donde oficialmente se le dio ingreso al Templo de los Inmortales a las nuevas luminarias del béisbol venezolano: Juan Vené y Dámaso Blanco, a quienes se les brindó un merecido tributo gracias a sus destacadas participaciones, que hoy en día forman parte de la historia del deporte venezolano.
El protocolo consistió en la presentación de micros biográficos audiovisuales de cada exaltado, que elevaron la emotividad entre los asistentes, recordando los momentos consagrantes de sus carreras. Posteriormente el orador de orden, Fernando Arreaza, llamaba a cada exaltado para hacerle entrega de su placa y, finalmente se les dio la bienvenida formal al Salón de la Fama con la develación de las esculturas, realizadas por el artista Adolfo Estopiñán y los respectivos retratos en óleo, de la autoría de Wilmer Rivas.
“Sí señor, el deporte vuelve a unirnos”, fueron las primeras palabras de Juan Vené, como nuevo inmortal del Salón de la Fama 2014. “Hablan tan bonito de mí, que pensé ya me había muerto”.
Gracias a quienes votaron en contra o a favor, no importa, a los ejecutivos del Museo de Béisbol… ¡Gracias!
“Lo extraordinario de todo esto es que me han hecho el favor de estos honores en vida”, refiriéndose al homenaje que hoy le hacen y que en muchas ocasiones, llega después que uno ha muerto, por lo que quienes menos lo disfrutan son los homenajeados.
“Es un honor estar aquí, hoy es el día más importante de mi carrera como pelotero. Ser exaltado al Salón de la Fama del Béisbol de Venezuela excede cualquiera de mis sueños”, manifestó el “Big Leaguer” Dámaso Blanco, una vez fue anunciado exaltado junto a Juan Vené.
Expresó su gratitud para todos los que hicieron posible el momento de su exaltación: A la directiva del Museo de Béisbol por todas las atenciones recibidas, a los directivos de los equipos para los cuales jugó, por la oportunidad que le brindaron. A los periodistas, locutores, camarógrafos y fotógrafos. A sus hijos: Ronnie, Randie y Redgie, motivos de sus luchas y a su esposa Lourdes, que le dio fortaleza en los momentos de debilidad.//a.r