El líder opositor Juan Guaidó, reafirmó que no confía en los delegados enviados por Nicolás Maduro a la mesa de negociación en México y que el principal objetivo es lograr unas elecciones transparentes como herramienta de solución a la crisis.
“Queremos las elecciones que nos deben desde 2018, unas presidenciales libres y justas, (pero) no vamos al diálogo con inocencia o a chuparnos el dedo” tomando en cuenta que en la otra acera están quienes ocupan el poder desde hace 22 años.
En una entrevista para Infobae, a la pregunta ¿se puede confiar en negociadores como Jorge Rodríguez?, respondió: “La respuesta es dura, pero no. Por eso nos hemos hecho acompañar no solamente por un facilitador experimentado como el caso de Noruega. Hay países acompañantes sentados en la mesa en este proceso como Rusia y Holanda”.
“En este caso, además hay un grupo de países amigos que van a estar siguiendo muy de cerca esta proceso. Hay garantías, por ejemplo, el levantamiento progresivo de sanciones por el cumplimiento de un acuerdo. Hay un proceso de justicia internacional haciéndole seguimiento que es el de la Corte Penal que tiene que ver con justicia denegada en Venezuela”.
El presidente de la Comisión Delegada Legislativa también advirtió que el gobierno de Maduro “entiende muy bien que de no llegar a un acuerdo va a avanzar la presión internacional, su situación va a ser cada vez más compleja (…) La alternativa a un acuerdo negociado hoy en Venezuela es la profundización de la crisis y es también más presión para el régimen”.
Guaidó destacó el papel de los gobiernos de Rusia y Argentina considerados aliados del chavismo en el poder. “El canal de comunicación que se mantiene con Argentina puede ser muy útil de cara a lo que va a ser este proceso de negociación en México”.
Acuerdos parciales
El opositor subrayó que aunque el principio que rige el proceso de negociación es que “nada está acordado hasta que todo lo esté” hay temas asociados al Programa Mundial de Alimentación y la Mesa Técnica de Vacunación en los que se pueden lograr “algunos elementos concretos de avance”.
No obstante, insistió en que la mediación no será un proceso corto. “Hay que entender que hay materia densa que discutir: el sistema de justicia en Venezuela, el estado de derecho, las garantías electorales, las garantías políticas, el levantamiento progresivo de sanciones por el cumplimiento de un acuerdo. Por supuesto, buscaremos que sea lo más pronto, lo más rápido posible evitando que se quiera eludir un acuerdo como lo han intentado las veces pasadas”.
Esperanzas en México y el 21-N
En su opinión, el proceso en México tiene más posibilidades de funcionar que los intentos anteriores “por la presión internacional, la presión interna en Venezuela, porque hemos construido mayoría durante años, porque incluso hay presión dentro del régimen, en sus bases de apoyo, incluida la Fuerza Armada, porque las sanciones han generado una presión importante en los violadores de derechos humanos”.
Sobre las elecciones regionales y municipales convocadas para el próximo 21 de noviembre señaló: “Lamentablemente hoy no hay condiciones para el proceso del 21 de noviembre, estamos hablando en la Alternativa Democrática sobre cómo hacer uso, o el mejor uso, de ese hito marcado por el régimen para movilizar a la gente, para organizar a nuestra base, para canalizar la demanda social y las luchas reivindicativas para que los que están resistiendo en Venezuela puedan expresarse, pero entendiendo que no es una solución al conflicto”.