La conmemoración finalizó con una tarde musical
Lorena Correa
Para celebrar los 23 años de la Fundación Jóvenes Guadalupanos y rendirle honores a la Patrona de América, en la parroquia Naiguatá una vez más festejaron por todo lo alto.
La fiesta de la Virgen morena inició con una misa en la iglesia San Francisco de Asís de pueblo arriba, que fue oficiada por el párroco Alberto Castillo. Allí, niños de la comunidad personificaron a la Guadalupe y a Juan Diego.
Luego se dio paso a la procesión de la imagen por las diferentes calles de la parroquia hasta llegar a la calle 6, donde fueron recibidos por Danzas Naiguatá, que bailaron “Venezuela” en homenaje a la Virgen.
Durante todo el día se realizaron diferentes actividades culturales y recreativas. En la noche la fiesta culminó con la presentación de Los Antaños del Estadium, La Sardina de Naiguatá, Vocal Swing, Orquesta Rumbonche y Diversidad.
Promeseros pidieron por la unión entre hermanos
Yohana Paz, fundadora de la tradición, informó que hace 23 años, cuando estaba en la escuela, su maestra y catequista Marisela Salgado la involucró junto a José López, otro de los fundadores, a ser parte de la Infancia Misionera de Guadalupe.
“El objetivo era llevar comida, ropa y otros artículos a las comunidades más necesitadas, y poco a poco fue creciendo la devoción por la Guadalupe; tanto, que con el tiempo formamos el grupo de Jóvenes Guadalupanos, y cada 12 de diciembre, por tradición, seguimos visitando las comunidades y celebrando una misa”.
Paz indicó que desde hace 8 años tienen la imagen de la Virgen y le realizan las fiestas tradicionales. “Anteriormente teníamos un cuadro y solo se mandaba a hacer una misa”.
Invitó a todos los jóvenes de la parroquia a ser parte de los Jóvenes Guadalupanos. “Estos se encargan de llevar un mensaje de paz, unión y fervor. Es una tradición que fomentamos con mucho cariño, porque tenemos mucho que agradecer”.
José López, también fundador de la tradición, comentó que tuvieron un mes y medio de planificación y agradecen a Dios, a la Virgen, a Fanny Moreno, Nelson Merente, Manaure Lugo, Gustavo López, grupo AW Lotto, Livia Díaz, Yacelibet Corro, Álvaro Istúriz, Miguel Ángel, jefe civil de la parroquia Xavier Quintero, heladería Naiguatá, Auto Lamas Caribe, José López y a todos los jóvenes del grupo por su colaboración para llevar a cabo la festividad.
“Este año hay una novedad, por primera vez la imagen está usando un manto como promesa de la familia Domínguez, y tuve la dicha de decorarla. Le pedimos vida y salud para continuar la tradición”.
Aseguró que entre los testimonios de fe está el de un joven promesa del béisbol, quien por una lesión no podía pichar. “Le pidió con mucha devoción y cuando acudió al médico, este le aseguró que se encontraba bien y podía pichar, además fue firmado y ahora es un grandes ligas”.
También está el caso de un hombre de Catia la Mar que no podía tener hijos, “pidió con mucho fervor y su esposa está esperando su primer hijo; y como esos casos, hay muchos”.
Argenis Seijas, miembro de los Jóvenes Guadalupanos, refirió que es parte de la tradición porque es fiel devoto y cada año renueva su fe. “Le doy gracias por muchas cosas maravillosas, y por darme salud para seguir con esta tradición, en la que ya llevo dos años”.
Inés Longa, miembro de la comunidad, resaltó que la festividad nació por la inquietud de unos jóvenes de la parroquia por venerar a la patrona de América Latina.
“Ellos tienen la motivación de homenajearla y eso debe apoyarse, porque son la generación de revelo y quienes continuarán con nuestras tradiciones para luego pasárselas a sus hijos. Trabajan año tras año para mantener viva esta celebración”./va