El presidente de la Asamblea Nacional aseguró que Gilbert Caro, Emilio Graterón y Hasler Iglesias, todos líderes de Voluntad Popular «deberían estar presos», tras acusarlos de estar detrás de la banda de El Koki y ordenarle a los antisociales de la Cota 905 generar violencia y causar terror en la población. Dejó la detención de los opositores en manos de la Fiscalía.
En una cadena de radio y televisión, presentó pruebas que vinculan a Caro «que pronto va estar en cana» y a Freddy Guevara en la coordinación de los antisociales que la semana pasada generaron violencia en varios sectores de Caracas y que hizo necesario la activación de la operación Gran Cacique Guaicaipuro que culminó con la toma de la Cota 905.
«Caro es el activador de malandros en Caracas, reparte dinero a grupos de narcotraficantes y paramilitares para que siembren zozobra (…) Le digo algo, esta revolución venezolana y las mesas de negociación se cansaron de indultarlo, la próxima vez que lo capturemos olvídese de indultos».
También presentó mensajes de Whatsapp, que fueron encontrados en el teléfono de uno de los delincuentes capturados en la Cota 905, que vinculan a Leopoldo López con esos planes, así como a un tal «Gocho Javier» y a Luis Somaza, quien está solicitado por el intento de golpe de estado de abril de 2019. «Sabemos que Leopoldo López organizó la violencia en los barrios con financiamiento y armas. Es un homicida, no un dirigente político”.
«Este grupo creyeron que como aquí estaban los noruegos y la misión técnica exploratoria de la Unión Europea (UE), tenían impunidad y mandaban a Freddy Guevara a las reuniones (…) Una cosa es buscar la participación política y otra es que esto se convierta en una práctica en la que asesinan personas y luego se sientan en una mesa de negociación».
De Colombia a la Cota 905
También vinculó al presidente colombiano Iván Duque en estos planes «para generar zozobra, angustia y agitación» en el país, además de estar detrás de los intestos de asesinato contra el presidente Nicolás Maduro.
«El armamento que se le fue incautado a los terroristas, a los delincuentes, fue armamento de guerra, provisto por la Casa de Nariño, por el gobierno colombiano que se alió con estos malandros para empezar a matar gente en los túneles de la Planicie, en la autopista gran Cacique Guaicaipuro, y generar extrema violencia con armamento de guerra».
Agregó que miembros de las bandas que azotan Caracas habrían recibido entrenamiento en suelo colombiano, información a la que llegaron después de descubrir un plan para matar al Presidente en la inauguración del monumento de Carabobo usando cuatro drones. «Con estos drones pretendían asesinarlo. Como fallaron, lanzaron la operación del 7 de julio liderada por las bandas delincuenciales de Caracas que fueron entrenadas en Colombia».