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Jesús Casique: Venezuela ha pasado de una recesión a una depresión económica

* Poder adquisitivo cae en 76.5%

Beatriz Rodríguez

brlaverdad@gmail.com

El país está pasando por una terrible crisis sostenida, que lo ha llevado a una depresión económica al sumar más de 16 trimestres en caída del Producto Interno Bruto (PIB). Esto debe obligar al Gobierno a tomar medidas como: la diversificación de la economía, disciplina fiscal, unificación cambiaria, restitución de la autonomía del Banco Central de Venezuela, eliminación de trabas burocráticas, creación de un Fondo Petrolero Externo y seguridad jurídica para los inversionistas, entre otras.

Así lo explica el economista Jesús Casique, director Capital Market Finance, al resaltar que el propio Gobierno tiene trancada la economía con su modelo arcaico y primitivo, llevando a la nación a una crisis estructural jamás vivida por ningún país petrolero.

Sostiene que la ausencia de una política transparente y el poco control sobre la inflación ha hecho que la economía vaya en una espiral inversa con respecto a otros países.

Señala que en el 2017 la inflación cerró en 2.780% y para este año, aplicando la teoría de Philip Cagan, podría llegar a 7.200% tomando en cuenta el aumento del 50% intermensual. “Ya estamos en una hiperinflación que pulveriza el ingreso de los venezolanos. El poder adquisitivo ha caído en 76,5%, considerando las cifras reales”.

Sin duda, que esto merma la capacidad el ciudadano común de adquirir bienes y servicios basados en el salario mínimo. “En estos momentos es muy poco lo que se puede comprar con lo devengado”.

Recuerda que ante este panorama los seis incrementos salariales decretados por el presidente Nicolás Maduro en el 2017 han quedado pulverizados y las empresas continúan en caída libre.

Rebajas de la Sundde traerán más desabastecimiento

En cuanto a la medida tomada por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), de rebajar precios en 214 establecimientos comerciales pertenecientes a cadenas nacionales y regionales como Central Madeirense, Unicasa, Plazas, Excelsior Gama, Luvebras, Plan Suárez y los supermercados Garzon y Sigo, expresa que conlleva a un maremágnum de compradores nerviosos, originado largas colas porque la gente ante los altos precios de los alimentos ha salido desesperada a comprar barato.

“Esto es pan para hoy y hambre para mañana. Se traducirá en desabastecimiento porque los inventarios comenzarán a disminuir y a los propietarios se les hará cuesta arriba la reposición”.

También hace referencia a la necesidad de reactivar el aparato productivo e indica que es necesario recuperar la confianza ya que está fuertemente golpeado  pero también hay que garantizar la seguridad jurídica por parte del Estado.

Recuerda que en el país no hay confianza para el inversionistas por las trabas y las expropiaciones. “Se debe recuperar la seguridad para que los capitales lleguen”./jd

 

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