El operador de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi anunció que los 1,27 millones de toneladas de agua almacenada en dicha planta serán vertidos al océano mediante un túnel submarino, que penetrará casi un kilómetro en el océano, lo que aseguran evitará que el agua contaminada regrese hacia la costa.
De esta manera se aclara después de 7 años de discusiones la forma en que Japón planea depositar más de un millón de toneladas de agua contaminada con residuos radiactivos, acumulada desde que ocurrió el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.
Tepco, empresa operadora de la planta, informó que la construcción del túnel de 2,5 m de diámetro comenzará en marzo de 2022.
El gobierno nipón decidió en abril pasado verter al mar a partir de 2023 estas aguas inyectadas para enfriar los núcleos de los reactores nucleares que se fusionaron tras el gigantesco tsunami que dañó la planta.
El agua que se prevé verter y está almacenada en más de mil tanques, ya ha sido filtrada varias veces para que quede libre de la mayor parte de sustancias radioactivas (radionucleidos), pero no así del tritio (isótopo del hidrógeno que es radiactivo), que no es posible eliminar con las técnicas disponibles actualmente.
Esta solución ha sido muy cuestionada tanto por los pescadores como agricultores de Fukushima, quienes temen que esto afecte aún más la imagen de sus productos entre los consumidores.
Tepco aseguró que está dispuesta a pagar indemnizaciones por eventuales efectos provocados por el bombeo del agua hacia el océano. También destacó que está abierto a que haya inspecciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Japón lanzará un millón de toneladas de agua radiactiva al mar
El operador de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi anunció que los 1,27 millones de toneladas de agua almacenada en dicha planta serán vertidos al océano mediante un túnel submarino, que penetrará casi un kilómetro en el océano, lo que aseguran evitará que el agua contaminada regrese hacia la costa.
De esta manera se aclara después de 7 años de discusiones la forma en que Japón planea depositar más de un millón de toneladas de agua contaminada con residuos radiactivos, acumulada desde que ocurrió el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.
Tepco, empresa operadora de la planta, informó que la construcción del túnel de 2,5 m de diámetro comenzará en marzo de 2022.
El gobierno nipón decidió en abril pasado verter al mar a partir de 2023 estas aguas inyectadas para enfriar los núcleos de los reactores nucleares que se fusionaron tras el gigantesco tsunami que dañó la planta.
El agua que se prevé verter y está almacenada en más de mil tanques, ya ha sido filtrada varias veces para que quede libre de la mayor parte de sustancias radioactivas (radionucleidos), pero no así del tritio (isótopo del hidrógeno que es radiactivo), que no es posible eliminar con las técnicas disponibles actualmente.
Esta solución ha sido muy cuestionada tanto por los pescadores como agricultores de Fukushima, quienes temen que esto afecte aún más la imagen de sus productos entre los consumidores.
Tepco aseguró que está dispuesta a pagar indemnizaciones por eventuales efectos provocados por el bombeo del agua hacia el océano. También destacó que está abierto a que haya inspecciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).