El italiano Lamont Marcell Jacobs se convirtió en el heredero de Usain Bolt en la prueba reina de la velocidad del atletismo olímpico al cruzar la meta de los 100 metros en 9.80 segundos.
Jacobs superó al estadounidense Fred Kerley, que se quedó con la plata, y al canadiense Andre DeGrasse, quien terminó tercero, para ocupar un trono que durante los últimos 13 años tuvo un único dueño: el jamaiquino Bolt, ahora retirado.
El estadounidense Trayvon Bromell, que se perfilaba como favorito al llegar a Tokio con la mejor marca del año, 9.77, no logró siquiera un boleto a la final tras terminar tercero en su semifinal.
La inédita victoria de Jacobs cerró una noche dorada para Italia. Minutos antes, su compatriota Gianmarco Tamberi empató con el qatarí Mutaz Essa Barshim por el oro en la prueba de salto de altura.