Italia se proclamó campeón de Europa por segunda vez en su historia, después de imponerse a Inglaterra en los penales 3-2 luego de empate 1-1 en la final de la Eurocopa disputada en el estadio de Wembley, ante 67.173 espectadores.
La Nazionale, cuyo último título databa del Mundial 2006, se reencontró con la gloria europea 53 años después de la Eurocopa ganada en 1968.
Los locales se adelantaron en el minuto 2 por medio de Luke Shaw, pero Leonardo Bonucci (67) llevó el partido a la prórroga. Ya desde los once metros las atajadas de Gianluigi Donnarumma dieron el triunfo a la Azzurra de Roberto Mancini, que sucede en el palmarés a Portugal.
Los pupilos de Gareth Southgate, pese a haber disputado seis de sus siete partidos en el torneo sobre el césped de Wembley, se quedaron a las puertas de cerrar una sequía de títulos que se remonta a su único título mundialista, en casa en 1966.
Bajo una lluvia persistente, la final no tardó en ponerse de cara para Inglaterra, cuando los locales montaron una contra iniciada por el propio Shaw, vertebrada por el capitán Harry Kane, y culminada por el propio lateral a centro de su homólogo por la derecha Kieran Trippier.
Pero Italia se reencontró con su juego vistoso en el segundo acto y fruto de su voluntad ofensiva llegó el empate, tras una jugara embarullada en el área a la salida de un córner en la que Bonucci logró embocar desde dentro del área pequeña.
Era el segundo gol que recibía Inglaterra en el torneo. El marcador no volvería a moverse hasta los penales, donde Donnarumma dio el triunfo a los suyos y llenó de lágrimas a la afición inglesa.