Irán aplicará a partir del próximo mes de marzo una exención del 100 % a las exportaciones de bienes y servicios producidos en el país con la idea de impulsar el empleo y las oportunidades de inversión en el país, informa hoy la prensa local.
Según señala la agencia oficial iraní IRNA, el director de la Agencia Nacional de Administración de Impuestos de Irán (INTA, en sus siglas en inglés), Seyed Kamel Tajavi-Neyad, anunció esta medida, que entrará en vigor con el año nuevo iraní -el 21 de marzo- está orientada «a expandir las exportaciones no ligadas al petróleo a través de una reforma directa de los impuestos».
Tajavi-Neyad indicó que la eliminación de las tasas a la exportación impulsará además «la transparencia financiera» y dará un respaldo a la «competencia entre los productores», incrementando de paso las exportaciones y ayudando así a la creación de empleo y a una mayor inversión.
Esta decisión busca cumplir con la política declarada del Gobierno del moderado Hasán Rohaní de distanciarse de la actual dependencia que el país tiene del petróleo para sostener su economía, una situación definida por el propio presidente como «peligrosa adicción».
«En el pasado, solíamos vender petróleo y dirigir el país con importaciones. Por supuesto que el precio del crudo ponía una gran presión sobre nosotros. Quizá una oportunidad puede verse ahora con la caída de los precios del sector. Nos estamos distanciando paso a paso de esa peligrosa adicción y de la total dependencia de nuestra economía del petróleo», expresó Rohaní anoche durante un discurso en la televisión iraní.
En ese sentido, el mandatario indicó que el presupuesto iraní para el año que viene dependerá de los ingresos del petróleo «en torno al 25 %», resultado de la «voluntad del Gobierno» de «minimizar» la presencia de los hidrocarburos en sus necesidades económicas.
Así, Rohaní subrayó que durante su gira la semana pasada a Francia e Italia, así como durante la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Teherán a finales de enero, los acuerdos comerciales firmados buscarán fundamentalmente la inversión en el país y el establecimiento de industrias orientadas a la exportación.
Según el INTA, el presupuesto iraní para el año que arranca en marzo prevé un incremento en los ingresos del 14 % y pasará de los 24.000 millones de dólares a unos 27.000 millones.
El Gobierno calcula que el año que viene Irán podrá recibir hasta 50.000 millones de dólares en inversiones procedentes del exterior.